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Varices

A continuación se describen las varices (médicamente: varices o varicosis). Se explica la enfermedad mediante una definición y se aborda la aparición de las varices. Además se aclara qué enfermedades venosas se diferencian y cómo se relacionan. En una sección adicional se explican con más detalle las causas de las varices, los síntomas y las opciones de tratamiento de las varices. Asimismo, se describe, a partir del modo de acción de kybun, cómo tratar las varices de forma natural y aliviar eficazmente las molestias venosas.

 
 
 
 
 
Varices

Definición

¿Qué son las varices?

Las varices son venas dilatadas y visibles que aparecen con frecuencia en las piernas. Se forman cuando las válvulas venosas ya no cierran correctamente y la sangre no puede regresar sin obstáculos al corazón. Como resultado, la sangre se acumula en las venas de las piernas, las venas se dilatan y permanecen visibles de forma prolongada. Estas venas dilatadas suelen aparecer como cordones sinuosos de color azulado bajo la piel, especialmente en las pantorrillas o en el muslo. También son posibles varices en la zona íntima o en el útero (varicosis de las venas pélvicas) y pueden causar dolores punzantes allí. Aunque las mujeres están afectadas con mayor frecuencia, los hombres también pueden presentar varices, por lo general más tarde y a menudo más pronunciadas.

Vena sana

  1. La sangre fluye hacia el corazón
  2. la válvula venosa sana evita el reflujo sanguíneo

Vena varicosa

  1. válvula venosa débil
  2. sangre estancada
  3. reflujo sanguíneo

Además de las clásicas varices existen varios tipos de enfermedades venosas:

  • Arañas vasculares: ramificaciones venosas finas, mayormente rojizas y superficiales. Las arañas vasculares suelen ser inofensivas y solo resultan molestas desde el punto de vista estético.
  • Varices reticulares: varices pequeñas, azuladas y en forma de red, similares a las arañas vasculares. Generalmente no causan molestias y se consideran sobre todo un problema estético. Frecuentemente aparecen en la cara externa del muslo.
  • Varices tronculares: varices pronunciadas de las venas troncales grandes o pequeñas, acompañadas de insuficiencia de las válvulas venosas.
  • Varices internas (varicosis profunda): afectan a las venas profundas de las piernas y pueden provocar dolores punzantes, hinchazón o calambres nocturnos en las pantorrillas.
  • Varicosis secundaria: surge como consecuencia de otras enfermedades, por ejemplo tras una trombosis, cuando las venas se dilatan de forma permanente.

Muchos afectados notan primero solo finas arañas vasculares antes de que se desarrollen varices visibles: esto se considera una etapa previa a las varices. Una evaluación temprana puede ayudar a reconocer y tratar una varicosis incipiente a tiempo. En la mayoría de los casos las varices no son potencialmente mortales, pero pueden indicar una debilidad venosa que, si no se trata, puede conducir a enfermedades venosas crónicas. En casos graves pueden producirse inflamaciones venosas, hemorragias de varices o úlceras (úlcus cruris). Por ello es importante un tratamiento oportuno de las varices para prevenir complicaciones y conservar la función venosa. Las varices muy engrosadas pueden volverse peligrosas si se forman coágulos o la piel está mal irrigada. También las varices de aparición súbita deben ser examinadas por un médico para detectar a tiempo problemas venosos graves.

Causas de las varices

Las varices son una de las enfermedades venosas más frecuentes. Las causas son diversas y están estrechamente relacionadas con nuestro estilo de vida moderno, la predisposición genética y diferentes factores de riesgo. Estas influencias actúan en varios niveles y favorecen la aparición de varices, es decir la dilatación patológica de las venas.

El modo de vida y de trabajo actual difiere claramente del de generaciones anteriores. Mientras que la actividad física era algo habitual, muchas personas hoy pasan la mayor parte del día sentadas, ya sea en la oficina, en el coche o en casa. La falta de movimiento y el permanecer mucho tiempo de pie o sentado hacen que la sangre en las venas de las piernas tenga más dificultad para volver al corazón. Como consecuencia, aumenta la presión en las venas, las paredes se estiran y las válvulas venosas se vuelven permeables. Así se forman con el tiempo varices o incluso varices profundas con síntomas correspondientes como dolor, sensación de pesadez o presión.

Estilo de vida sedentario

Además del sedentarismo, los factores genéticos juegan un papel central. Una debilidad del tejido conectivo de origen congénito puede provocar que las paredes venosas y las válvulas sean menos estables y se dilaten con mayor facilidad. Las personas con familiares que padecen varices tienen por ello un riesgo claramente incrementado de desarrollar varices. Otro desencadenante frecuente es el sobrepeso. El peso corporal adicional aumenta la presión en las venas de las piernas y favorece la aparición de varices. También los cambios hormonales, por ejemplo durante el embarazo, por el uso de anticonceptivos hormonales o en la menopausia, pueden debilitar las paredes venosas. Por ello las mujeres se ven afectadas con más frecuencia que los hombres.

Las exigencias laborales constituyen otro factor de riesgo. Trabajos en los que se permanece mucho tiempo de pie (p. ej. vendedores, peluqueros, personal de enfermería) pueden provocar una sobrecarga venosa permanente. También la falta de movimiento por estar sentado, como en empleados de oficina o conductores profesionales, favorece la formación de varices. No deben subestimarse los hábitos de vida poco saludables. Fumar, el consumo excesivo de alcohol o una alimentación poco sana perjudican la salud vascular. Una dieta favorable para las venas, rica en líquidos, fibra y baja en sal puede, en cambio, ayudar a prevenir las varices y a fortalecer las venas. La edad también juega un papel importante. Con los años las venas pierden elasticidad, lo que favorece el desarrollo de varices o venas prominentes.

Síntomas de las varices

Los síntomas de las varices pueden ser muy variados y dependen del tipo de enfermedad venosa, del grado de debilidad venosa y de factores individuales como la edad, el estilo de vida o la predisposición familiar. Mientras que al principio las molestias a menudo se perciben solo como un problema estético, con el tiempo pueden desarrollarse dolores y limitaciones funcionales significativas.
Dado que muchas enfermedades venosas muestran señales similares, para un diagnóstico seguro siempre debe realizarse una evaluación médica. A continuación se enumeran los síntomas más frecuentes de las varices y otras enfermedades venosas:

  • Sensación de pesadez y piernas cansadas: uno de los síntomas típicos de las varices es la sensación de pesadez en las piernas, especialmente después de estar mucho tiempo de pie o sentado.
  • Dolor en las piernas: el dolor por varices suele presentarse como molestias tirantes, punzantes o ardientes. Estos dolores ardientes pueden manifestarse especialmente en las pantorrillas, los tobillos o en la cara interna del muslo.
  • Sensación de tensión y presión: la vena dilatada y la sangre estancada producen una sensación de tensión desagradable que mejora al elevar las piernas. Especialmente las varices internas o profundas pueden causar estos síntomas y dolores, aunque a menudo no sean visibles exteriormente.
  • Hinchazón (edemas): por las tardes o con tiempo cálido los pies y las piernas suelen hincharse. Estas molestias venosas indican que el retorno venoso está alterado.
  • Picor y cambios en la piel: el picor o las irritaciones de la piel son acompañantes frecuentes. La piel sobre las venas afectadas puede volverse más fina, seca o con cambios de color. Sin un tratamiento, las varices pueden derivar en inflamaciones o eccemas.
  • Arañas vasculares y varices visibles: las pequeñas arañas vasculares son finas ramificaciones venosas rojizo-azuladas. Más adelante, las varices visibles pueden aparecer como venas sinuosas y prominentes, una señal típica de varicosis.
  • Dolores nocturnos y calambres en las pantorrillas: muchos afectados se quejan de calambres nocturnos en las pantorrillas o de dolores que aparecen repentinamente al acostarse o durante la noche.
  • Sensación de calor o ardor: las varices internas pueden causar una sensación de calor o ardor en las piernas, especialmente con calor o tras estar mucho tiempo de pie.
  • Aumento de la pigmentación de la piel: en estados avanzados la piel de las piernas puede oscurecerse en tonos marrones o rojizos. La causa es el estancamiento crónico de sangre en las venas.
  • Endurecimiento de la piel y úlceras: en casos graves, la mala circulación produce cambios en la piel hasta llegar a úlceras abiertas (úlcus cruris). Esto se considera una secuela tardía de una varicosis no tratada.
  • Sangrado de varices: raro pero peligroso: una hemorragia de una variz superficial en la pierna puede ocurrir si se lesiona. En ese caso es necesaria intervención inmediata.
  • Varices en la zona íntima o en el útero: esta forma de varices internas puede causar dolores punzantes en la parte baja del abdomen, sensación de presión o aumento de molestias durante la menstruación.
  • Varices en hombres: los hombres también desarrollan con frecuencia varices en el muslo o en la región inguinal. Estas pueden producir hinchazón, sensación de tensión o dolor tras el deporte.
  • Cansancio y agotamiento: las molestias venosas crónicas pueden provocar fatiga general, problemas de concentración o trastornos del sueño, especialmente si hay dolores persistentes por varices.

En general: las varices no son solo un problema estético, sino que pueden indicar una insuficiencia venosa seria. Quien note hinchazón, dolor o cambios visibles en las venas debe someterse prontamente a una evaluación médica. Así se pueden prevenir complicaciones como trombosis, inflamaciones venosas o hemorragias de varices. Un tratamiento venoso oportuno o una terapia dirigida para las molestias venosas puede ayudar a aliviar los dolores por varices y mejorar la circulación de forma duradera. Incluso quien no quiera operarse puede tratar sus varices con ejercicio, medias de compresión, medicina natural o la terapia kybun.

Terapia convencional - Qué ayuda con las varices

Para el tratamiento de las varices existen diversas opciones conservadoras, de modo que no siempre es necesaria la cirugía. El objetivo es mejorar la circulación, aliviar el dolor y prevenir la progresión de la varicosis. A continuación se presentan algunas opciones terapéuticas para las varices. La lista no es exhaustiva y las opciones pueden combinarse. Se recomienda la consulta médica para determinar el tratamiento más adecuado.

  • Medias de compresión: las medias de compresión son parte de la terapia básica para las varices. Favorecen el retorno venoso, alivian la hinchazón y previenen el estancamiento. Son especialmente útiles para los síntomas de varices profundas.
  • Gimnasia venosa: ejercicios sencillos como rotaciones del pie, ponerse de puntillas o caminar en el sitio activan la bomba muscular de las piernas. Así la sangre puede volver mejor al corazón y se reducen los dolores por varices.
  • Movimiento en la vida diaria: caminar, andar en bicicleta o nadar con regularidad fortalece la musculatura de las piernas y mejora la función venosa. Ya unos minutos de movimiento al día pueden ayudar a reducir las venas dilatadas.
  • Medicamentos para las varices: tónicos venosos de origen vegetal con castaño de indias, hojas de vid roja o flavonoides fortalecen las paredes venosas y reducen la hinchazón. Son especialmente indicados para enfermedades venosas leves.
  • Baños fríos y contrastes: las duchas alternas estimulan la circulación y fortalecen las paredes venosas. Ideales para piernas cansadas, dolores ardientes o días calurosos.
  • Elevación de las piernas: elevar las piernas por encima del nivel del corazón descarga las venas y reduce la hinchazón. Especialmente por la noche ayuda a disminuir la sensación de pesadez.
  • Drenaje linfático: técnicas manuales suaves favorecen el transporte de líquido en el tejido. De este modo se reducen las hinchazones y se alivian las venas.
  • Acupuntura: mediante estímulos con agujas se puede mejorar la circulación sanguínea y la función vascular. La acupuntura es complementaria y ayuda también a aliviar los dolores por varices.
  • Preparados de medicina natural: remedios naturales como hamamelis, alfalfa o rusco (Harpagophytum/pero mejor: rusco - “Ruscus”) apoyan la estabilidad venosa. Pueden tomarse como complemento a la medicina convencional o aplicarse de forma tópica.
  • Alimentación saludable: una dieta favorable para las venas con muchas verduras, fibra y suficiente líquido mejora la salud vascular. Menos sal y azúcar ayudan a evitar la retención de líquidos.
  • Pérdida de peso: cada kilo de más aumenta la presión sobre las venas de las piernas. Bajar de peso descarga las venas y previene nuevas varices.
  • Escleroterapia: en este método mínimamente invasivo se inyecta una solución en la variz que la cierra. La sangre busca vías alternativas a través de venas sanas.
  • Terapia láser o por radiofrecuencia: con energía térmica se cierran las venas dilatadas desde dentro. Estos procedimientos son suaves, eficaces y por lo general no requieren cirugía.
  • Extirpación quirúrgica (stripping): en varicosis pronunciada puede ser necesaria la extirpación quirúrgica. Se extraen secciones venosas afectadas para normalizar la circulación.

Modo de acción de kybun - Qué ayuda en la artrosis de rodilla

Los productos kybun están diseñados para reducir las consecuencias negativas de las largas jornadas sentado, la falta de movimiento y los suelos duros y planos. El material elástico y amortiguador descarga las piernas y las venas, activa simultáneamente la musculatura y apoya así la circulación venosa. Esto favorece la función de las válvulas venosas, reduce la hinchazón, la sensación de tensión y los dolores por varices y puede prevenir la formación de nuevas varices. La terapia kybun es un método efectivo para tratar de forma natural las enfermedades venosas y prevenir las varices. A continuación se describen los principales mecanismos de acción que tienen un efecto positivo especialmente en las varices:

  • Promoción del movimiento y reducción del tiempo sentado

    Los productos kybun introducen más movimiento en la vida cotidiana y reducen el tiempo sentado: los primeros pasos sobre el material elástico y amortiguador se sienten agradables, ligeros y relajantes. El movimiento regular es fundamental para prevenir las varices y aliviar las molestias existentes. Caminar sobre la superficie elástica de los productos kybun activa automáticamente la musculatura de las piernas y los pies, incluso en breves fases de estar de pie o caminar. Al reducir los periodos largos de estar sentado se mejora el retorno venoso y se reducen síntomas típicos de varices como hinchazón, piernas cansadas o dolores ardientes por varices.

  • Activación y fortalecimiento de la musculatura de piernas y pies

    Al caminar y estar de pie sobre el material elástico y amortiguador, los músculos del pie, la pantorrilla y el muslo deben realizar continuamente pequeños movimientos compensatorios para mantener el equilibrio. Esta activación refleja entrena los músculos responsables del retorno venoso. Al mismo tiempo, la musculatura activada estabiliza el arco del pie, las articulaciones de la rodilla y la cadera, favoreciendo una marcha fisiológica y el transporte eficiente de la sangre hacia el corazón. Un sistema de bomba muscular bien funcionando puede reducir la hinchazón, aliviar los dolores típicos por varices y ralentizar la formación de nuevas varices.

Equilibrio y EMG

La capacidad de equilibrio se midió con una plataforma de fuerza mediante el movimiento del centro de gravedad de delante hacia atrás (ant-post) y lateralmente (med-lat) en bipedestación. Paralelamente, una electromiografía (EMG) registró la actividad muscular.

Con zapatos convencionales

  1. Actividad muscular reducida
  2. Rango de movimiento del centro de gravedad reducido

Con zapatos kybun

  1. Actividad muscular aumentada
  2. Rango de movimiento del centro de gravedad aumentado
  • Amortiguación y rodamiento natural del pie

    Al apoyar el talón en los zapatos kybun, el material elástico y amortiguador se comprime. Este efecto de rebote de la suela hace que parte de las fuerzas que aparecen se absorban y se liberen de nuevo durante la fase de despegue. La capacidad de absorción de la suela kybun produce una amortiguación que reduce y retrasa la carga máxima sobre el aparato locomotor. De este modo la musculatura responsable dispone de tiempo adicional para llevar a cabo un rodamiento natural y fisiológico. El aumento del rango de movimiento de los pies conduce a un movimiento muscular más activo, lo que permite que el sistema esencial de la bomba muscular funcione de forma efectiva. Así se apoya la función de las válvulas venosas y se reducen molestias como piernas cansadas o sensación de tensión. Esto apoya el tratamiento de las varices internas y ayuda a prevenir la aparición de varices.

Natural Foot Roll

  • Mejora de la circulación mediante mayor actividad motora

    El material elástico y amortiguador de los productos kybun provoca de forma natural más movimiento del pie y, por tanto, una activación de las estructuras suprayacentes. Gracias al aumento de la actividad muscular en pie, pantorrilla y muslo, la circulación venosa mejora notablemente. El mayor flujo sanguíneo ayuda a reducir la hinchazón y las molestias ardientes o punzantes por varices, y favorece la eliminación de los productos de desecho metabólico del tejido. Al mismo tiempo se apoya la oxigenación y el aporte de nutrientes a los vasos, lo que fortalece la salud venosa a largo plazo.

La bomba muscular ayuda al retorno de la sangre desde las piernas hacia el corazón. Al contraer los músculos de las piernas se comprimen las venas profundas, lo que impulsa la sangre hacia arriba. Las válvulas venosas evitan que la sangre retroceda.

Actividad venosa con kybun

Aliviar las válvulas venosas evita las varices

  1. Alta actividad muscular
  2. Buen retorno sanguíneo
  3. Alivia la presión sobre las piernas

Actividad venosa sin kybun

La sobrepresión sobre las válvulas venosas puede dañarlas y conducir a varices.

  1. Baja actividad muscular
  2. Mal retorno sanguíneo
  3. Aumento de la presión sobre las piernas
  • Cuidado y protección de las fascias

    Al caminar sobre un soporte elástico y amortiguador se induce una marcha natural que mantiene las fascias móviles y elásticas. Una red fascial saludable aumenta la elasticidad del tejido y apoya la función muscular, lo que mejora la función de la bomba muscular y optimiza el retorno venoso. Mediante el movimiento suave y rítmico sobre el soporte elástico se mantiene la flexibilidad del tejido, se reduce la presión sobre las venas y se alivian los síntomas típicos de las varices.

Consejos de uso para las varices

Antes de usar los productos kybun por primera vez, debe tener en cuenta algunas indicaciones. La aplicación correcta puede ayudar a aliviar síntomas de varices como hinchazón, sensación de tensión o dolores ardientes.

  • Use los zapatos kybun inicialmente solo durante el tiempo que su cuerpo tolere. Haga pausas cortas si aparecen fatiga en las piernas, hinchazón o sensación de tensión. La activación de la musculatura de las piernas provoca un aumento del retorno venoso, lo que al principio puede percibirse como un ligero tirón o sensación de calor.
  • Evite sentarse durante largos periodos, ya que esto obstaculiza el retorno venoso y puede aumentar la hinchazón en las piernas. Utilice los productos kybun al caminar, estar de pie o en intervalos cortos de movimiento para descargar activamente las venas y apoyar la función de la bomba muscular.
  • Presione deliberadamente el talón al apoyarlo en el material elástico y amortiguador. La amortiguación descarga las venas y los tejidos circundantes y reduce los picos de carga en las piernas.
  • Ruede el pie activamente sobre el antepié. Este movimiento activa la musculatura del pie y la pantorrilla, mejora el retorno venoso y puede reducir notablemente la hinchazón y la sensación de tensión.
  • Varíe la velocidad de la marcha. Alternar entre caminar despacio y dar pasos cortos y rápidos activa más la bomba muscular de las piernas. Esto favorece la circulación venosa, reduce la sensación de pesadez y puede prevenir la aparición de nuevas varices.
  • Combine el uso de los zapatos kybun con ejercicios sencillos como ponerse de puntillas, sentadillas o rotaciones del pie. Así se intensifica la actividad venosa, se fortalece la musculatura de las piernas y se reduce el riesgo de hinchazón o molestias por varices.
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Para principiantes de kybun

Al usar zapatos kybun, la marcha cambia de cuidadosa a natural. En el 90% de los casos esto ocurre sin problemas.

Más información

Ejercicios útiles para las varices

Para potenciar el efecto de los productos kybun y aliviar molestias de las varices como hinchazón, sensación de tensión o dolores ardientes, recomendamos realizar ejercicios específicos. Presentamos cinco ejercicios. La selección no es exhaustiva y puede completarse con otros ejercicios para varices. En general: ningún ejercicio debe empeorar el dolor.

Aprovechar al máximo el rango de movimiento en los zapatos kybun
Aprovechar al máximo el rango de movimiento en los zapatos kybun
  • Presionar deliberadamente el talón profundamente en el material elástico y amortiguador.
  • Apoyar el mediopié y el antepié de forma controlada para favorecer el flujo sanguíneo en las venas.
  • Rodar activamente sobre el antepié y aprovechar al máximo el rango de movimiento.
Sentadillas
Sentadillas
Las sentadillas fortalecen la musculatura de las piernas, mejoran la circulación y pueden aliviar los dolores por varices.
  • Posición inicial: de pie, pies algo más anchos que la anchura de las caderas y ligeramente rotados hacia afuera.
  • Bajar lenta y controladamente hasta una sentadilla profunda. Empujar las caderas hacia atrás y desplazar el peso a los talones.
  • Asegurarse de que la fuerza provenga de los glúteos. Mantener las rodillas estables para que no se colapsen hacia dentro o afuera.
  • Levantar de forma lenta y controlada. Si hay problemas de equilibrio, sujetarse con las manos a un objeto estable.
  • 3 series de 8–12 repeticiones.
  • Realizar 2–3 veces por semana.
Bicicleta en el aire
Este ejercicio activa la bomba muscular y apoya el tratamiento de las varices internas, especialmente en los síntomas de varices profundas.
  • Posición inicial: tumbado sobre la espalda
  • Elevar ambas piernas formando un ángulo recto entre el abdomen y el muslo, y entre el muslo y la pierna.
  • Realizar el movimiento de bicicleta en el aire
  • 3 series de 10–20 repeticiones, 1–2 veces al día.
Bicicleta en el aire I
Bicicleta en el aire II
Rotaciones de tobillo tumbado
Rotaciones de tobillo tumbado
Realizar rotaciones regulares de tobillo fomenta la circulación, ayuda a reducir la hinchazón por varices y puede prevenir la formación de nuevas varices.
  • Posición inicial: tumbado sobre la espalda
  • Apoyar una pierna flexionada para estabilizar. Elevar la otra pierna formando un ángulo recto entre abdomen y muslo, y entre muslo y pierna.
  • Girar el pie desde el tobillo hacia afuera y hacia adentro.
  • 3 series de 10–20 repeticiones cada una, 1–2 veces al día.
Ponte de puntillas sobre la alfombra kybun
Ponte de puntillas sobre la alfombra kybun
Este ejercicio fortalece la musculatura de las pantorrillas y los pies, activa el retorno venoso y puede ayudar a aliviar los dolores por varices.
  • Colocarse con los pies a la anchura de las caderas. Si es necesario, sujetarse a un objeto estable.
  • Elevar los talones y mantener la posición de puntillas durante dos segundos.
  • Bajar el talón de manera lenta y controlada.
  • 3 series de 10–20 repeticiones, 1–2 veces al día.
Ejercicios especiales

Ejercicios especializados

Para información sobre ejercicios especializados en el zapato kybun y los ejercicios básicos en la colchoneta kybun.

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