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Neuroma de Morton

A continuación se aborda el neuroma de Morton, también denominado neuralgia de Morton. Se explica la enfermedad mediante una definición y se analizan las causas del neuroma de Morton. Se exponen los posibles síntomas del neuroma de Morton. Además, mediante el modo de acción de kybun y ejemplos de ejercicios, se explica cómo pueden tratarse los dolores por neuroma de Morton.

 
 
 
 
 
Neuroma de Morton

Definición

¿Qué es un neuroma de Morton?

Un neuroma de Morton (también conocido como neuralgia de Morton) es un engrosamiento doloroso de un nervio en la región del antepié, con mayor frecuencia entre el tercer y cuarto metatarsiano. Algo menos frecuente es su ubicación entre el segundo y tercer dedo. El neuroma de Morton es una de las causas más habituales de dolor metatarsiano al correr o caminar. Médicamente, se trata de un llamado neuroma: una irritación o condensación del tejido nervioso que discurre entre los dedos. Ese engrosamiento surge por presión repetida, fricción o sobrecarga y puede evolucionar con el tiempo hacia un dolor nervioso crónico en el pie.

Dolor de neuroma de Morton
  1. Neuroma de Morton
  2. Nervios

Muchas personas afectadas describen en sus experiencias con el neuroma de Morton que el dolor se siente como si hubiera una pequeña piedra o un calcetín arrugado dentro del zapato. Es característico un dolor ardiente, punzante o de tipo eléctrico en la región del antepié, que puede irradiarse hacia los dedos. Algunos también refieren hormigueo o sensación de entumecimiento entre los dedos. En estadios avanzados, el dolor puede ser tan intenso que caminar ligeramente o llevar calzado estrecho resulta muy incómodo.

Por lo general, el neuroma de Morton es tratable — cuanto antes se establezca el diagnóstico, mejor puede controlarse la inflamación y el engrosamiento del nervio.

Causa del neuroma de Morton

Las causas del neuroma de Morton están estrechamente relacionadas con el estilo de vida moderno y las condiciones ambientales cambiadas. Nuestros antepasados se movían de forma integral e intensa para conseguir alimentos — ya fuera cazando, recogiendo bayas o cultivando. Estas actividades se realizaban frecuentemente descalzos sobre superficies naturales e irregulares.

El mayor rango de movimiento y la variación del terreno estimulaban una mayor actividad muscular y fortalecían la musculatura del pie y de la pierna. Al mismo tiempo, el terreno natural y blando amortiguaba y reducía la presión en las plantas de los pies. Así se mantenía el equilibrio natural entre estabilidad, movilidad y alivio de cargas.

Con el paso de los milenios, el estilo de vida ha cambiado drásticamente. Hoy en día, la falta de movimiento y una vida mayoritariamente sedentaria están muy extendidas, lo que favorece, entre otras cosas, el desarrollo de deformidades del pie. Cuando se realiza actividad física, suele ser sobre suelos duros y planos como el hormigón o el asfalto — a menudo con calzado rígido y de soporte. Estas condiciones alteradas afectan tanto la cantidad como la calidad del movimiento y pueden contribuir a la aparición de un neuroma de Morton. A continuación se describen los efectos de estos cambios en el desarrollo del dolor por neuroma de Morton.

Falta de movimiento y estilo de vida sedentario

Debido al estilo de vida moderno, caracterizado por la falta de movimiento y actividades sedentarias, el aparato locomotor sufre cargas inadecuadas. Esto puede favorecer la aparición de síntomas del neuroma de Morton. Los siguientes cambios desempeñan un papel central:

Sedentary-lifestyle

  • Músculos debilitados

    Un estilo de vida sedentario y la falta de movimiento provocan con el tiempo un debilitamiento de la musculatura en todo el cuerpo — especialmente en los pies. La musculatura plantar estabiliza el arco del pie y contribuye al equilibrio y a una estática saludable. Con una carga insuficiente se atrofian músculos pequeños, tendones y ligamentos que mantienen los arcos transversal y longitudinal. Esto puede provocar un descenso del arco transversal y sobrecargar el antepié, aumentando la probabilidad de sufrir dolor por neuroma de Morton.
    Una musculatura débil también puede afectar negativamente a la postura global. Desalineaciones en la rodilla, la cadera o la espalda transmiten, a través de cadenas musculares, cargas adicionales a los pies y agravan los síntomas del neuroma de Morton.

  • Deformidades del pie

    Una musculatura debilitada favorece las deformidades del pie. A menudo se ve afectado el pie en abarquillamiento (splayfoot), en el que los metatarsianos se separan y el arco transversal desciende. Esto conduce a una distribución de presiones desigual en el antepié, especialmente entre el segundo y tercer o el tercer y cuarto eje, donde típicamente se desarrolla un neuroma de Morton. La carga puede provocar irritaciones, inflamación y dolor nervioso en el pie.
    También el descenso del arco longitudinal debilita la función amortiguadora natural del pie. Esto genera además picos de presión bajo las cabezas metatarsianas que contribuyen al dolor típico de la neuralgia de Morton. La estática global del pie se vuelve más inestable, lo que puede producir sobrecargas, cambios en la marcha y molestias adicionales en la región del antepié.

Pie en abanico (splayfoot)Pie en abanico
Pie planoPie plano
  • Disfunción fascial

    Las fascias son envolturas de tejido conectivo que rodean y estabilizan músculos, tendones y articulaciones. La falta de movimiento, malas posturas o el estilo de vida sedentario pueden provocar acortamientos, engrosamientos o adherencias.

  • En el pie, especialmente en la fascia plantar, las fascias influyen en la estabilidad del arco y en la amortiguación. Las disfunciones pueden aumentar la carga mecánica sobre las cabezas metatarsianas y así provocar síntomas del neuroma de Morton, como ardor, punzadas o hormigueo.
    Las fascias actúan en cadenas continuas. Alteraciones en la tensión miofascial, por ejemplo a lo largo de la cadena posterior desde el pie hasta el cuello, pueden transferir tensiones al antepié y favorecer deformidades que típicamente facilitan la aparición de un neuroma de Morton.
  • Rigidez articular

    La rigidez articular causada por la falta de movimiento puede intensificar el dolor por neuroma de Morton. La movilidad reducida de las pequeñas articulaciones del pie, en particular de las articulaciones metatarsofalángicas, altera el patrón de rodadura del pie. La carga se desplaza al antepié, especialmente a las cabezas metatarsianas, lo que genera fricción, microlesiones e inflamación. La movilidad articular limitada contribuye de manera significativa a la aparición de una neuralgia de Morton.

Suelos duros y planos y zapatos rígidos y de soporte

Nuestros pies están diseñados evolutivamente para moverse sobre superficies naturales e irregulares, donde la musculatura, las articulaciones y las fascias están constantemente activas para compensar y adaptarse. Las condiciones modernas tienen un impacto considerable en la carga del aparato locomotor. Los suelos duros y planos, así como el calzado rígido y de soporte, cambian la biomecánica de cada paso y contribuyen de forma decisiva al desarrollo del dolor por neuroma de Morton. Los siguientes mecanismos desempeñan un papel central:

Walking on hard floors

  • Impacto de la fuerza

    Al caminar sobre superficies naturales y cedéreras como praderas, arena o musgo, la energía de impacto se absorbe y amortigua suavemente. Las superficies duras como el hormigón o el asfalto reflejan esa energía casi por completo hacia el pie, aumentando considerablemente la carga sobre las estructuras del pie.

    Este problema se ve agravado por zapatos modernos con suelas rígidas y gruesas o por plantillas de soporte. Estas limitan la movilidad natural del pie —especialmente de las articulaciones metatarsofalángicas y del arco plantar—. Si el pie no puede flexionar adecuadamente, la carga se concentra en las cabezas metatarsianas, el lugar típico donde aparece un neuroma de Morton.
    La almohadilla grasa natural bajo las cabezas metatarsianas actúa como amortiguador. Los suelos duros y las suelas rígidas perjudican esta función protectora: las fuerzas de impacto se transmiten sin filtrar, la almohadilla se sobrecarga, puede desplazarse o perder capacidad amortiguadora, y las estructuras sensibles bajo las cabezas metatarsianas reciben una carga mayor.
    Además, los músculos tienen menos tiempo para reaccionar ante la carga súbita. Los arcos transversal y longitudinal no pueden estabilizarse lo suficiente, lo que incrementa la presión en el antepié y favorece la aparición de una neuralgia de Morton.

Newton Law

  1. Fuerza en Newton
  2. Tiempo en segundos
  3. Caminar sobre suelo plano y duro con zapatos kybun
  4. Caminar sobre suelo plano y duro con otros zapatos
  • Al caminar descalzo sobre un terreno natural, el talón puede hundirse de forma controlada. La carga aumenta gradualmente y la musculatura del pie se activa para estabilizar los arcos transversal y longitudinal. En suelos duros combinados con zapatos rígidos, la reacción del suelo actúa de forma abrupta sobre el pie. La musculatura tiene poco tiempo para reaccionar y el pie colapsa tras el contacto del talón. Así, el antepié y sus sensibles cabezas metatarsianas se sobrecargan.

    Además, la reducción de la movilidad de rodadura provoca una distribución desigual de las fuerzas. Esto eleva la carga sobre las cabezas metatarsianas, intensifica síntomas del neuroma de Morton como ardor, punzadas o dolor a la presión, y reduce la circulación en la zona del antepié. A largo plazo, este patrón de movimiento no natural también favorece el desgaste de la musculatura del pie y la pierna, empeorando el problema.
  • Músculos debilitados

    Los suelos duros y planos y el calzado rígido modifican radicalmente la mecánica natural del pie y conducen, a largo plazo, al debilitamiento de la musculatura estabilizadora del pie. En terrenos irregulares el pie está continuamente demandado y los músculos pequeños se activan para estabilizar los arcos y controlar la rodadura. En suelos duros este estímulo casi desaparece.

    La musculatura débil deriva en el descenso del arco transversal, la formación de pie en abanico y una presión anormalmente alta sobre las cabezas metatarsianas. Al mismo tiempo, la almohadilla grasa pierde su función protectora y los músculos elevadores del pie no pueden controlar la colocación del antepié al rodar. Esto aumenta la sobrecarga y favorece el desarrollo de un neuroma de Morton.

Síntomas de un neuroma de Morton

Es importante mencionar que las siguientes enumeraciones recogen los síntomas más frecuentes del neuroma de Morton. La lista no es exhaustiva; también son posibles molestias atípicas. Los síntomas dependen de factores como la sensibilidad al dolor, la causa, la gravedad de la enfermedad y la constitución individual. Para un diagnóstico claro se recomienda acudir a un/a médico/a.

  • Dolor ardiente o punzante bajo las cabezas metatarsianas: típico en la zona entre el tercer y cuarto dedo o el segundo y tercer dedo. A menudo descrito como ardor o dolor punzante.
  • Dolor a la presión al caminar o estar de pie: el dolor se intensifica con la carga, especialmente al rodar sobre el antepié.
  • Sensación de “piedra” en el zapato: las personas afectadas suelen describir la impresión de tener un cuerpo extraño en el zapato — característico de la neuralgia de Morton.
  • Ardor, hormigueo o sensación de “insectos” en el antepié: la irritación nerviosa por sobrecarga puede provocar síntomas neuropáticos.
  • Entumecimiento en los dedos: la presión crónica sobre el nervio puede causar alteraciones sensitivas, especialmente en los dedos medios.
  • Aumento del dolor al andar descalzo sobre suelo duro: sin amortiguación, la carga sobre las estructuras sensibles aumenta.
  • Dolor al llevar zapatos apretados o rígidos: calzado con suelas duras o poco espacio en el antepié incrementa la presión en la zona metatarsiana.
  • Callos dolorosos o formación de durezas: el engrosamiento reactivo de la piel puede aparecer por la sobrecarga crónica en puntos de presión.
  • Aumento del dolor a lo largo del día: las molestias aumentan con la carga y la fatiga de la musculatura del pie.
  • Deformidades de los dedos (p. ej. dedos en garra): las sobrecargas o desequilibrios musculares pueden provocar malposiciones.
  • Dolor durante la actividad deportiva: correr, saltar o rodar con rapidez suelen intensificar los síntomas del neuroma de Morton.
  • Restricción del movimiento en el antepié: el dolor conduce a posiciones de protección o a limitación de la movilidad de los dedos.
  • Dolor irradiado a áreas vecinas del pie: las compensaciones o las sobrecargas pueden afectar estructuras adyacentes.
  • Rigidez matutina en el antepié: tras periodos de reposo el antepié puede sentirse rígido — las estructuras sobrecargadas necesitan tiempo para liberarse.
  • Incapacidad para caminar o estar mucho tiempo de pie: incluso cargas moderadas pueden provocar dolor y limitar la distancia a recorrer.
  • Calentamiento local o hinchazón: procesos inflamatorios en la zona de las cabezas metatarsianas pueden manifestarse por calor o edema.
  • Pérdida de la rodadura natural: el dolor o desequilibrios musculares alteran la rodadura fisiológica sobre el antepié.
  • Posturas de evitación o cambios en la marcha: las personas afectadas desarrollan a menudo patrones de evasión al caminar, lo que puede causar problemas secundarios en rodilla, cadera o espalda.

Terapias convencionales - Qué ayuda para el neuroma de Morton

Para tratar un neuroma de Morton existen diversos enfoques. A continuación se presentan algunas terapias para el neuroma de Morton. La lista no es exhaustiva; con frecuencia se combinan varias medidas. Es aconsejable consultar a un/a médico/a para determinar el tratamiento más adecuado individualmente.

  • Plantillas (p. ej. con almohadilla metatarsiana): alivian las cabezas metatarsianas y reducen la carga sobre el nervio.
  • Fisioterapia: fortalecimiento de la musculatura del pie, estiramiento de estructuras acortadas y reeducación de la marcha.
  • Acolchados (p. ej. cojines de gel): alivian molestias agudas mediante amortiguación localizada.
  • Crioterapia: la refrigeración reduce la circulación local y la velocidad de conducción nerviosa, lo que disminuye hinchazón, inflamación y dolor en la zona del nervio irritado.
  • Medicamentos antiinflamatorios: alivian la inflamación y la hinchazón alrededor del nervio afectado, reduciendo el dolor.
  • Pérdida de peso (en caso de sobrepeso): reduce la carga mecánica sobre el antepié.
  • Modificación de la actividad: evitar temporalmente actividades que cargan en exceso, como caminar largos periodos sobre suelos duros, correr o permanecer de pie mucho tiempo.
  • Terapia manual / movilización: mejora la movilidad de las articulaciones del pie y reduce bloqueos.
  • Acupuntura para neuralgia de Morton: reducción de las molestias mediante la influencia sobre la transmisión del dolor en el sistema nervioso, mejora de la circulación y reducción de la inflamación.
  • Taping / kinesiotape: apoya la estática del pie, descarga el antepié de forma localizada y puede aliviar temporalmente el dolor por neuroma de Morton.
  • Entrenamiento descalzo: fortalece la musculatura del pie y mejora la percepción plantar.
  • Gimnasia para el neuroma de Morton: fortalecimiento de la musculatura del pie para reducir la carga sobre el nervio.
  • Electroterapia / ultrasonido: para aliviar el dolor y mejorar la circulación.
  • Terapia de ondas de choque: aflojar tejido adherido o engrosado alrededor del nervio y estimular la circulación y los procesos de cicatrización.
  • Inyecciones de cortisona: la cortisona actúa como antiinflamatorio y antiedema en la zona del nervio irritado, lo que puede reducir significativamente el dolor.
  • Ajustes ortopédicos: adaptaciones del calzado o de las plantillas para corregir deformidades y reducir la presión en el antepié.
  • Cirugía del neuroma de Morton: en la intervención se libera el nervio comprimido y se corta la banda que lo constriñe o —en caso de daño severo— se extirpa el segmento nervioso engrosado.
  • Osteotomías u otras intervenciones conservadoras del pie: en problemas estructurales cuando las medidas conservadoras no son suficientes.

Con frecuencia estas medidas no conducen a una reducción permanente del dolor por neuroma de Morton, ya que no eliminan las causas subyacentes. El objetivo de cualquier tratamiento debería ser por tanto corregir las causas. Como se describió más arriba, la falta de movimiento, el estilo de vida sedentario, los suelos duros y planos y los zapatos rígidos y de soporte desempeñan un papel central.
El modo de acción de kybun resulta especialmente adecuado como terapia para el neuroma de Morton, porque aborda las causas mencionadas y, mediante movimiento suave, amortiguación natural y una mejor mecánica del pie, puede reducir el dolor a largo plazo.

Modo de acción de kybun - Qué ayuda para el neuroma de Morton

Los productos kybun están destinados a reducir las consecuencias nocivas para la salud de los suelos duros y planos, del calzado rígido y de soporte y de un estilo de vida sedentario. Gracias a las propiedades elástico-resortantes de los productos kybun, los pies se alivian y, al mismo tiempo, se activan. El alivio hace que el dolor agudo por neuroma de Morton disminuya perceptiblemente. La activación simultánea de la musculatura del pie trata las causas del neuroma de Morton, de modo que las molestias pueden aliviarse a largo plazo. Por ello, los zapatos kybun son especialmente adecuados para personas con neuroma de Morton, ya que actúan mediante los siguientes mecanismos:

  • Distribución optimizada de la presión

    Las personas con síntomas de neuroma de Morton se quejan con frecuencia de puntos de presión al caminar y estar de pie, especialmente sobre suelos duros o en zapatos con suela rígida. La carga sobre las cabezas metatarsianas y el nervio afectado se incrementa al rodar, lo que puede provocar dolor punzante, ardiente o sordo.
    Al llevar zapatos kybun, toda la planta del pie queda envuelta por un material elástico y resortante. Los pies se hunden suavemente en la suela flexible, lo que produce una distribución uniforme de la presión. Los picos de presión localizados en el antepié —especialmente sobre las sensibles cabezas metatarsianas y el nervio— se reducen de forma notable. El resultado es un alivio palpable que mitiga eficazmente el dolor por neuroma de Morton.

con kybun

sin kybun

  • Activación de la musculatura del pie por la propiedad elástico-resortante

    Las propiedades elástico-resortantes de los productos kybun generan al caminar y estar de pie una inestabilidad controlada que induce al cuerpo a realizar pequeños y continuos movimientos de compensación. Esta actividad muscular inconsciente activa especialmente la musculatura profunda del pie y de la pierna.
    Músculos plantares más fuertes estabilizan los arcos transversal y longitudinal, alivian las articulaciones del pie y distribuyen las fuerzas generadas al caminar de forma uniforme. Especialmente en el antepié, donde suele localizarse un neuroma de Morton, esto se traduce en una reducción de la presión sobre los nervios y las cabezas metatarsianas. La tensión muscular fisiológica evita además el colapso incontrolado del antepié tras el contacto del talón, protegiendo las estructuras sensibles de sobrecargas y malas posturas.

Equilibrio y EMG

La capacidad de equilibrio se midió con una plataforma de fuerza mediante el movimiento del centro de gravedad corporal de adelante a atrás (ant-post) y lateralmente (med-lat) en bipedestación. Paralelamente, una electromiografía (EMG) registró la actividad muscular.

Con calzado convencional

  1. Reducción de la actividad muscular
  2. Reducción del rango de movimiento del centro de gravedad

Con zapatos kybun

  1. Aumento de la actividad muscular
  2. Aumento del rango de movimiento del centro de gravedad
  • Rodadura plantar natural gracias a la activación muscular

    Un movimiento de rodadura fisiológico —desde el talón pasando por el mediopié hasta la articulación metatarsofalángica del dedo gordo— asegura una carga uniforme de todas las estructuras del pie. Las suelas elástico-resortantes kybun permiten que el talón se hunda suavemente, con lo que la carga aparece de manera gradual. La musculatura se activa a tiempo, estabiliza el pie y posibilita una rodadura controlada y sin dolor.
    Esto protege la almohadilla grasa del antepié y las sensibles cabezas metatarsianas, reduce los picos de presión localizados y favorece un movimiento hacia delante armonioso.

Caminar sin rodadura plantar

Caminar con rodadura plantar

  • Reducción de la fuerza de impacto de suelos duros

    Al apoyar en zapatos kybun, la reacción del suelo se amortigua por la suela elástico-resortante y se transmite con retardo al cuerpo. Esto reduce las cargas pico sobre los nervios, las cabezas metatarsianas y los tejidos conectivos. Además, la transmisión temporalmente retardada permite una activación anticipada de la musculatura estabilizadora, apoyando la función amortiguadora y de sostén del arco y protegiendo el antepié de la sobrecarga.
    Asimismo, la energía cinética se almacena temporalmente y se utiliza de forma activa para una rodadura controlada, con lo que la carga sobre el antepié y, por ende, el dolor por neuroma de Morton se reducen de forma duradera.

Newton Law

  1. Fuerza aplicada 1 en el contacto del talón con zapatos convencionales
  2. Fuerza aplicada 2 en el contacto del talón con zapatos kybun
  3. Fuerza en Newton
  4. Tiempo en segundos
  5. Caminar sobre suelo plano y duro con zapatos kybun
  6. Caminar sobre suelo plano y duro con otros zapatos
  • Protección frente a la disfunción fascial

    Las fascias del pie estabilizan músculos, tendones y articulaciones. En patrones de movimiento no fisiológicos o con reacciones de impacto fuertes puede darse adherencia y sobrecarga, lo que provoca irritación nerviosa y dolor en el antepié.
    Las suelas kybun permiten una rodadura suave, reducen las fuerzas de impacto y distribuyen la presión de forma uniforme. Esto descarga las fascias, mejora la circulación y favorece la recuperación del tejido conectivo, lo que alivia los síntomas del neuroma de Morton.

  • Mejora de la circulación por mayor actividad motora

    El material elástico-resortante incrementa la actividad motora natural al caminar, estimula la musculatura y mejora la circulación en el antepié. Una mejor oxigenación y aporte de nutrientes, así como un más eficiente drenaje de productos metabólicos, reducen las irritaciones y el dolor. Esto fortalece las estructuras que rodean al neuroma de Morton.

Consejos de uso para neuroma de Morton

Antes de llevar por primera vez los zapatos kybun, conviene tener en cuenta algunos consejos de uso. La correcta aplicación puede ayudar a aliviar el dolor por neuroma de Morton. Una terapia complementaria dirigida, como la gimnasia para el neuroma de Morton, puede potenciar el efecto y se describe en la sección siguiente.

  • Asegúrese al comprar calzado de que haya suficiente espacio en anchura para que el pie no quede constreñido. Incluso una ligera presión puede desencadenar o agravar el dolor nervioso en el pie.
  • Aumente gradualmente el tiempo de uso: inicialmente use los zapatos kybun solo durante el tiempo que su cuerpo tolere. Haga pausas si aparece fatiga en los pies o si se intensifican los síntomas del neuroma de Morton. El tratamiento requiere tiempo. El efecto activador de los productos kybun entrena la musculatura del pie, lo cual puede provocar reacciones iniciales.
  • Controlar conscientemente el apoyo del talón: presione el talón lenta y controladamente en el material elástico-resortante para que se hunda y se tense la musculatura de la pierna y del pie. Un apoyo del talón controlado evita el colapso incontrolado del antepié y protege las sensibles cabezas metatarsianas y el nervio de sobrecargas. Al principio, rote el antepié con cuidado, especialmente en caso de dolor agudo.
  • Pasos pequeños y controlados con reducción de la rodadura del antepié: comience con pasos cortos y conscientes para adaptarse a caminar con los zapatos kybun y para descargar el antepié. Con la adaptación puede incrementarse gradualmente el rango de movimiento y la frecuencia de paso.
  • Rodadura sobre el antepié: con el tiempo podrá intensificar la rodadura sobre el antepié siempre que no aparezcan o aumenten los dolores nerviosos. El objetivo es una rodadura controlada y natural sobre la articulación metatarsofalángica del dedo gordo.
  • Utilice también nuestra plantilla con almohadilla metatarsiana móvil para descargar adicionalmente el antepié.
  • Complemente con ejercicios específicos: combine el uso de los zapatos kybun con ejercicios específicos para potenciar la eficacia y aumentar la probabilidad de mejora de los síntomas del neuroma de Morton. Estos ejercicios pueden formar parte de una terapia integral y ayudan a reducir la presión sobre las cabezas metatarsianas y el nervio afectado.
kybun benefits

Para principiantes de kybun

Al usar zapatos kybun, la marcha cambia de cuidadosa a natural. En el 90% de los casos esto ocurre sin problemas.

Más información

Ejercicios útiles para el neuroma de Morton

Para potenciar la eficacia de los zapatos kybun y aumentar la probabilidad de mejora de los síntomas del neuroma de Morton recomendamos los ejercicios que siguen. La selección no es exhaustiva y puede complementarse con otros ejercicios para neuroma de Morton. En todos los ejercicios rige la norma: los síntomas no deben empeorar. Si aparece dolor que exceda lo habitual, el ejercicio debe suspenderse. Dolores reconfortantes y liberadores fuera del área del nervio afectado (p. ej. en la pantorrilla) son deseables.
Los ejercicios se dividen en: “Caminar correctamente con los zapatos kybun”, “Entrenamiento de la longitud muscular”, “Rodillo fascial” y “Fortalecimiento”. Idealmente, las diferentes áreas se combinan como terapia para el neuroma de Morton.

Caminar correctamente con los zapatos kybun
La calidad de cada paso es decisiva para reducir el dolor por neuroma de Morton y evitar sobrecargas y posturas incorrectas del antepié. Los zapatos kybun ayudan optimamente en ello.

Apoyo controlado del talón
Apoyo controlado del talón
  • Presione el talón lenta y controladamente en el material elástico-resortante para generar una precarga en la musculatura del pie y de la pantorrilla.
  • Apoyar el mediopié y el antepié lentamente para que la carga sea fisiológica.
  • Al principio, realice pasos más bien pequeños para no sobrecargar el antepié.
Rodadura controlada
Rodadura controlada
  • Rodadura ligera en el antepié sin impulso activo fuerte para evitar picos de presión sobre las sensibles cabezas metatarsianas y nervios.
  • Pruebe con cuidado el rango de movimiento al rodar, sin que aparezcan o aumenten los dolores por neuroma de Morton.
  • Aumente gradualmente el rango de movimiento y evolucione hacia una rodadura activa y suave.

Entrenamiento de la longitud muscular
El estiramiento dirigido de la musculatura del pie y la pierna es importante, dado que las molestias por neuroma de Morton suelen originarse por acortamientos y tensiones.

Planta del pie
Planta del pie
  • Sujetar el pie con ambas manos.
  • Tirar activamente del antepié hacia la tibia para estirar la planta del pie.
  • Mantener 3 × 30 segundos, repetir 1–2 × al día.
Músculos de la pantorrilla
Músculos de la pantorrilla
  • Posición inicial en zancada, manteniendo el talón trasero en el suelo.
  • Realizar preferentemente sobre terreno blando.
  • Flexionar lentamente la rodilla delantera hasta sentir un tirón en la pantorrilla.
  • 3 × 30 segundos por lado, realizar 1–2 × al día.

Rodillo fascial
El entrenamiento fascial contribuye a descargar el antepié, ya que el neuroma de Morton a menudo se asocia con tensiones de la cadena posterior (planta del pie, pantorrillas).

Planta del pie
Planta del pie
  • Desenrollar activamente la planta del pie con un rodillo o pelota desde el talón hasta justo antes de las cabezas metatarsianas, evitando conscientemente el nervio afectado.
  • Realizar de forma lenta y controlada, ajustando la presión individualmente.
  • Trabajar más intensamente áreas con adherencias o mantener la posición brevemente.
  • 3 minutos por pie, 1–2 × al día.
Pantorrilla
Pantorrilla
  • Una pierna doblada, la otra colocada sobre el rodillo; aumentar la presión apoyando ambas piernas.
  • Si hay dolor en la muñeca, realizar el ejercicio sobre los antebrazos.
  • Rodar la pantorrilla desde el talón hasta justo debajo de la rodilla.
  • Realizar lentamente y controlar la presión; trabajar puntualmente adherencias.
  • Al menos 3 minutos por pie, 1–2 × al día.

Fortalecimiento

El entrenamiento de fuerza dirigido fortalece los arcos y la musculatura del pie, mejora la función amortiguadora y reduce la presión en las cabezas metatarsianas — especialmente importante en la neuralgia de Morton.

Musculatura plantar - arco transversal
Musculatura plantar - arco transversal
  • Colocar una toalla plana en el suelo y situar el pie al inicio sobre ella.
  • Los dedos deben agarrar la toalla y tirar de ella hacia el pie.
  • 3 series de 8–12 repeticiones por pie, 2–3 × por semana.
Elevación del dedo gordo y elevación de los demás dedos
  • Colocar los pies a ancho de caderas.
  • Elevación del dedo gordo: levantar activamente el dedo gordo manteniendo los demás dedos en el suelo.
  • Elevación de los demás dedos: el dedo gordo permanece en el suelo; levantar y bajar activamente el resto de los dedos.
  • La parte anterior del pie y los talones permanecen siempre en el suelo.
  • Realizar alternando con un pie.
  • 3 series de 8–12 repeticiones por pie, 2–3 × por semana.
Elevación de piernas en decúbito lateral
Elevación de piernas en decúbito lateral
Ejercicios especializados

Ejercicios especializados

Para información sobre ejercicios especializados en el zapato kybun y los ejercicios básicos en la colchoneta kybun.

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