Dolor de rodilla
A continuación se describen los dolores de rodilla. Se explica la enfermedad mediante una definición y se abordan las causas del dolor en la rodilla. Se presentan posibles síntomas. Además, utilizando el modo de acción de kybun y mediante ejercicios de ejemplo, se explica cómo se pueden tratar los dolores de rodilla.

Definición
¿Qué son los dolores de rodilla?
Los dolores de rodilla son molestias que se presentan en la zona de la rodilla. Pueden tener diversas causas, entre ellas lesiones, sobrecarga, inflamaciones o enfermedades degenerativas como la artrosis. El dolor en la rodilla puede caracterizarse de distintas formas. Entre otras, se distingue entre las siguientes características:
- Duración: dolor de rodilla agudo, dolor de rodilla crónico
- Aparición: dolor de rodilla en reposo, dolor de rodilla al esfuerzo, dolor de rodilla después del esfuerzo
- Localización: dolor de rodilla frontal (p. ej. dolor bajo la rótula), parte posterior (p. ej. dolor en la corva), dolor de rodilla lateral interno, dolor de rodilla lateral externo
- Intensidad: desde dolores leves hasta dolores intensos, muy fuertes, casi insoportables
- Calidad: sordo, punzante, ardor

Anatomía de la articulación de la rodilla I
- Fémur
- Ligamento lateral externo
- Ligamento cruzado posterior
- Peroné
- Rótula
- Ligamento lateral interno
- Ligamento cruzado anterior
- Tibia

Anatomía de la articulación de la rodilla II
- Músculo cuádriceps femoral
- Tendón del cuádriceps
- Banda iliotibial
- Cinta estabilizadora lateral externa de la rodilla
- Cinta estabilizadora lateral interna de la rodilla
- Tendón rotuliano
Las diferentes formas de dolor de rodilla
En este apartado se describen brevemente las distintas formas de dolor de rodilla. Se trata de una selección de las formas más frecuentes; la lista no es exhaustiva.
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Ruptura de ligamento cruzado / lesión de ligamento cruzado
En la rodilla hay un ligamento cruzado anterior y otro posterior. Una ruptura o lesión del ligamento cruzado suele producirse por movimientos de giro bruscos (rodilla torsionada) o por un impacto directo. Los síntomas típicos son dolor en la articulación de la rodilla, rodilla hinchada e inestabilidad. El ligamento cruzado anterior suele verse afectado con mayor frecuencia.
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Rotura de menisco / lesión de menisco
Una rotura o lesión del menisco afecta a las almohadillas cartilaginosas en forma de media luna de la rodilla, que actúan como amortiguadores. Estas lesiones suelen deberse a giros bruscos o cargas intensas. Los síntomas son dolor en la articulación de la rodilla, hinchazón y bloqueos articulares. Los afectados a menudo se quejan de dolor al extender la rodilla.
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Ruptura del ligamento interno / lesión del ligamento interno
Una ruptura o lesión del ligamento lateral interno afecta al ligamento en la parte interna de la rodilla, que aporta estabilidad a la articulación. Esta lesión suele producirse por una fuerza externa, como suele ocurrir en accidentes deportivos. Los síntomas son dolor en la cara interna de la rodilla y movilidad limitada. En ocasiones la parte interna de la rodilla puede estar hinchada.
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Ruptura del ligamento externo / lesión del ligamento externo
Una ruptura o lesión del ligamento lateral externo afecta al ligamento en la parte externa de la rodilla, que contribuye a estabilizar la articulación. Esta lesión suele producirse por giros bruscos o por una fuerte fuerza externa, típicos en deportes con cambios de dirección rápidos. Los síntomas son dolor lateral al esfuerzo, hinchazón e inestabilidad de la articulación.
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Lesión del cartílago
Una lesión del cartílago en la rodilla afecta a la capa protectora de cartílago que recubre las superficies articulares y puede deberse a sobrecarga, accidentes o desgaste. Los síntomas son dolor, hinchazón y movilidad limitada. Los afectados suelen quejarse de dolor de rodilla al esfuerzo.
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Luxación de la rótula (patela) (luxación patelar)
La luxación de la rótula, también denominada luxación patelar, ocurre cuando la rótula sale de su posición normal en la articulación de la rodilla. Suele producirse por giros bruscos o impacto directo. Los síntomas son dolor intenso en la parte frontal de la rodilla, hinchazón y una posición visible anómala de la rótula.
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Fractura de la rótula (fractura patelar)
La fractura de la rótula es una lesión de la rótula que suele producirse por un golpe directo o una caída sobre la rodilla. La rótula puede fracturarse en varios fragmentos o presentar una fisura. Esta fractura causa dolor intenso, hinchazón y movilidad reducida de la rodilla.
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Ruptura del tendón rotuliano
La ruptura del tendón rotuliano es una lesión del tendón que conecta la rótula con la tibia. Esta lesión se produce con frecuencia en actividades deportivas, especialmente en saltos o aterrizajes bruscos. Una rotura del tendón rotuliano provoca dolor intenso en la rodilla, pérdida de movilidad y la imposibilidad de extender la pierna.
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Ruptura del tendón del cuádriceps
La ruptura del tendón del cuádriceps es una lesión del tendón que conecta el músculo del muslo (cuádriceps) con la rótula. Suele ocurrir en movimientos explosivos, como saltos repentinos o cambios de dirección rápidos. Una rotura del tendón del cuádriceps provoca dolor intenso, hinchazón y una importante limitación en la extensión de la rodilla.
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Artrosis de rodilla
La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa en la que el cartílago de la articulación se desgasta con el tiempo, lo que causa dolor articular, hinchazón y movilidad reducida. Suele aparecer con la edad, pero también puede verse favorecida por lesiones o sobrecargas. Los síntomas suelen empeorar con el tiempo, dificultando caminar y otras actividades. Puede haber dolor de rodilla al esfuerzo y también en reposo.
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Rodilla del corredor
La rodilla del corredor, también conocida como síndrome patelofemoral, es una afección dolorosa causada por una alineación deficiente o sobrecarga de la rodilla. Se manifiesta principalmente con dolor en la parte frontal de la rodilla durante actividades como correr, subir escaleras o ponerse en cuclillas. La causa suele ser una mala alineación de la rótula o una sobrecarga de los músculos alrededor de la rodilla.
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Síndrome de la punta de la rótula (rodilla del saltador)
El síndrome de la punta de la rótula, también llamado rodilla del saltador, es una inflamación dolorosa en la inserción del tendón rotuliano en la parte inferior de la rótula. Esta lesión es frecuente en deportes que requieren saltos repetidos o cambios de dirección rápidos, como baloncesto o voleibol. Se trata también de una sobrecarga o malfunción en la rodilla. Los afectados sienten dolor intenso al esforzarse, especialmente al saltar o subir escaleras.
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Artritis reumatoide
La artritis reumatoide, también llamada poliartritis crónica, es una enfermedad inflamatoria crónica en la que el sistema inmunitario ataca las articulaciones, sobre todo manos y pies. La rodilla también puede verse afectada. Esta enfermedad autoinmune provoca dolor articular, hinchazón y rigidez, limitando mucho la movilidad. Con el tiempo pueden producirse daños y deformidades articulares, causando dolor tanto en esfuerzo como en reposo.
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Quiste de Baker
Un quiste de Baker es una hinchazón llena de líquido en la zona de la corva, causada por una producción excesiva de líquido articular. Los afectados suelen referir dolor en la zona de la corva. El quiste de Baker suele aparecer como consecuencia de enfermedades de la rodilla como la artrosis o una inflamación y puede provocar tensión, hinchazón y restricción del movimiento.
Causas del dolor de rodilla
Las causas del dolor de rodilla son diversas: desde lesiones agudas hasta enfermedades crónicas o sobrecarga y mala alineación pueden provocar molestias. Las causas más frecuentes pueden agruparse en tres categorías: lesiones traumáticas, enfermedades degenerativas y procesos inflamatorios. Salvo las causas traumáticas, que a menudo resultan de una elevada aplicación de fuerza (p. ej. impacto de un oponente, cambios de dirección rápidos, movimientos de parada y arranque, etc.), en las enfermedades degenerativas y en los procesos inflamatorios el estilo de vida y las condiciones ambientales tienen una influencia decisiva.
En épocas pasadas, nuestros antepasados se movían de forma más integral y con mucha más frecuencia para obtener alimento: la caza, la recolección de bayas o la agricultura son solo algunos ejemplos. Estas actividades se realizaban durante largos periodos descalzos y sobre suelos naturales. El tipo de terreno y la cantidad de movimiento contribuyeron a desarrollar una musculatura del pie y la pierna fuerte y funcional. El estilo de vida cambió drásticamente a lo largo de milenios. La civilización moderna se caracteriza a menudo por la falta de actividad y un estilo de vida sedentario. Además, cuando nos movemos lo hacemos sobre suelos duros y planos como el hormigón o el asfalto y con calzado rígido y estabilizador. Como consecuencia, la cantidad y la calidad del movimiento han cambiado y esto conlleva adaptaciones corporales. A continuación se describen los efectos de estos cambios en la aparición de dolores de rodilla.
Falta de movimiento y estilo de vida sedentario
La vida moderna, caracterizada por la falta de movimiento y el sedentarismo, sobrecarga el sistema musculoesquelético. La falta de actividad y el estilo de vida sedentario provocan cambios físicos que pueden favorecer los dolores de rodilla. Las siguientes alteraciones contribuyen de forma importante a la aparición de dolor en la rodilla:
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Músculos debilitados
La falta de movimiento y el sedentarismo hacen que la musculatura esencial se atrofie. Los músculos del pie y la pierna juegan un papel decisivo en la salud de la rodilla. Los músculos alrededor de la rodilla, en particular el cuádriceps (músculo anterior del muslo), los isquiotibiales y los músculos de la pantorrilla proporcionan estabilidad. Si estos músculos están débiles, la rodilla carece del soporte necesario, lo que puede provocar movimientos descontrolados y cargas incorrectas. Así aumenta el riesgo de lesiones como esguinces o daños del menisco. Además, unos músculos fuertes alivian la articulación de la rodilla al absorber las fuerzas durante caminar, correr o saltar. Una musculatura débil no puede asumir esta función, de modo que las superficies articulares se comprimen más entre sí. Esto promueve el desgaste del cartílago y puede conducir a la artrosis de rodilla. Un desequilibrio muscular, por ejemplo entre cuádriceps e isquiotibiales, puede alterar la posición de la rótula y provocar desalineaciones. Esto puede producir el síndrome patelofemoral (rodilla del corredor) o el síndrome de la punta de la rótula (rodilla del saltador), porque la rótula ya no se desliza correctamente en su surco.
No solo la musculatura alrededor de la rodilla es importante: los pies, que son el primer punto de contacto con la superficie, desempeñan también un papel crucial. Una musculatura plantar funcional sostiene el arco longitudinal del pie, que actúa como primer amortiguador, reduciendo la fuerza transmitida a la rodilla al estar de pie o al caminar. Además, una musculatura plantar intacta asegura un rodamiento natural del pie después del contacto del talón y evita un desplome descontrolado del pie. Si el pie se desploma de forma incontrolada, la rodilla recibe un impacto en cada paso en lugar de ser guiada fisiológicamente. Esta carga y sobrecarga anómalas provocan un esfuerzo excesivo dentro y alrededor de la articulación de la rodilla. -
Alteraciones del pie
La musculatura debilitada puede provocar además deformidades del pie. Las alteraciones del pie influyen de forma significativa en la aparición de dolores de rodilla, ya que cambian el eje de la pierna y la distribución de la carga en la rodilla. Los pies son la base del aparato locomotor y cualquier desalineación puede repercutir en rodillas, cadera e incluso en la espalda. Por ejemplo, las deformidades del pie suelen alterar la posición de la tibia y la rodilla, causando que los ejes de las piernas se desplacen hacia dentro (genu valgo) o hacia fuera (genu varo), lo cual carga la articulación de forma desigual. A largo plazo esto puede producir dolor y desgaste articular (artrosis).
La debilidad de la musculatura plantar puede hacer colapsar el arco longitudinal, provocando pie plano o pie caído. De este modo se pierde la función amortiguadora natural del pie al caminar y estar de pie. La fuerza resultante se transmite paso a paso hacia las rodillas, aumentando la carga y provocando dolor. -
Circulación reducida
Una mala circulación puede influir considerablemente en el desarrollo de trastornos de la rodilla, ya que la articulación y las estructuras circundantes necesitan un buen suministro de oxígeno y nutrientes. Una circulación deficiente puede ralentizar los procesos de curación, debilitar los tejidos y favorecer la inflamación en la rodilla. La articulación de la rodilla está rodeada por cartílago, tendones, ligamentos y músculos, que requieren un aporte suficiente de sangre para mantenerse sanos. Si la circulación está alterada, estas estructuras reciben menos oxígeno y nutrientes, lo que puede deteriorar la calidad del tejido. Esto aumenta el riesgo de daños en el cartílago, irritaciones tendinosas y enfermedades degenerativas como la artrosis de rodilla.
Después de lesiones o sobrecargas, una buena circulación y el transporte de oxígeno son esenciales para la curación. Una mala circulación puede retrasar la regeneración y provocar que pequeñas lesiones en la rodilla no cicatricen correctamente, lo que puede derivar en dolor crónico y molestias persistentes. Además, una circulación reducida ralentiza la eliminación de productos metabólicos del tejido, lo que puede favorecer reacciones inflamatorias en la articulación y aumentar dolor e hinchazón. Esto es especialmente relevante en enfermedades como la artritis reumatoide o la gota, en las que los procesos inflamatorios se ven exacerbados por una mala perfusión. -
Disfunción fascial
Las fascias son estructuras de tejido conectivo que envuelven y conectan músculos, tendones, ligamentos y órganos. Si se someten a cargas irregulares o no fisiológicas, pueden cambiar su estructura original y volverse quebradizas, adherirse o endurecerse. Así, la red fascial pierde su elasticidad funcional, lo que afecta a su rendimiento. Las fascias desempeñan un papel central en el movimiento, la estabilidad y la transmisión de fuerza del cuerpo. Al perder elasticidad, aumentan las tensiones alrededor de la articulación de la rodilla. Estas tensiones acercan el fémur y la tibia y aproximan la rótula a la articulación, incrementando la presión. Esta mayor presión desgasta el cartílago y provoca tensiones anómalas que favorecen lesiones e inflamaciones.
Las fascias endurecidas o adheridas pueden afectar negativamente los vasos sanguíneos y causar una mala circulación, lo que enlentece la regeneración de músculos, tendones y cartílago. Además, las fascias endurecidas o adheridas pueden limitar la movilidad de la rodilla y provocar cargas incorrectas. Más detalles en el siguiente apartado. -
Rigidez articular
La falta de movimiento y el sedentarismo reducen el rango de movimiento real de las articulaciones. Esto conduce a una rigidez natural. Articulaciones rígidas, especialmente en el pie y sus alrededores, impiden un rodamiento natural y aumentan la fuerza aplicada sobre la articulación de la rodilla, lo que puede causar dolor. También la propia articulación de la rodilla puede volverse rígida por inactividad, reduciendo la libertad de movimiento y provocando cargas no fisiológicas. En consecuencia, estructuras circundantes como músculos, tendones y ligamentos deben trabajar en exceso, lo que favorece sobrecargas y dolor. Además, la movilidad limitada reduce el aporte nutricional al cartílago, lo que incrementa a largo plazo el riesgo de artrosis y daño articular. Con la rigidez, los músculos alrededor de la rodilla se usan menos y se atrofian. Como los músculos estabilizan la rodilla, su debilitamiento conlleva más inestabilidad y mayor riesgo de lesión. Para compensar la rigidez, los afectados adoptan a menudo patrones de movimiento poco saludables, sobrecargando otras articulaciones como la cadera o el tobillo y generando molestias adicionales.
Suelos duros y planos y calzado rígido y estabilizador
Los suelos duros y planos y el calzado rígido y estabilizador afectan considerablemente a las rodillas y pueden provocar o agravar las molestias. Los siguientes factores contribuyen de forma importante a la aparición de dolor en la rodilla.
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Reducción de la amortiguación y aumento de la fuerza aplicada
Reducción de la amortiguación y aumento de la fuerza aplicada. Al caminar sobre suelos duros y planos y con calzado rígido y estabilizador, especialmente en el impacto del talón, actúan fuerzas mayores sobre el sistema musculoesquelético. Debido a la rigidez de los suelos industriales y de las suelas convencionales, las fuerzas no pueden ser absorbidas, lo que incrementa la carga sobre el cuerpo. Esta mayor fuerza afecta primero a los pies y se transmite luego a las rodillas. Cuanto peor absorban los pies las fuerzas, mayor será la carga sobre la articulación de la rodilla, aumentando el riesgo de artrosis, dolores por sobrecarga o inflamación en la rodilla.
Además, debido a la mayor y temprana aplicación de fuerza se reduce el tiempo de reacción de la musculatura responsable. Si la musculatura no puede tensarse a tiempo, la articulación correspondiente queda insuficientemente estabilizada, lo que también conduce a cargas incorrectas y sobrecarga. La falta de activación muscular en los pies provoca un desplome descontrolado del mediopie tras el impacto del talón. Surge el llamado pie colapsado y provoca un impacto adicional en la articulación de la rodilla, sobrecargándola. También los músculos estabilizadores de la rodilla, de la tibia y del muslo no pueden reaccionar con la suficiente rapidez ante la aplicación temprana y elevada de fuerza. La tensión muscular reducida conduce a una rodilla inestable, incrementando la carga sobre la articulación y las estructuras circundantes.
- Carga máxima en el tiempo 1 al impacto del talón con calzado convencional
- Carga máxima en el tiempo 2 al impacto del talón con calzado kybun
- Fuerza en Newton
- Tiempo en segundos
- Caminar sobre suelo plano y duro con calzado kybun
- Caminar sobre suelo plano y duro con otros zapatos
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Función reducida del pie y debilitamiento muscular
La articulación de la rodilla forma parte de un sistema complejo que coordina el movimiento desde el pie hasta la cadera. Movimientos flexibles y naturales son decisivos para distribuir la carga de forma uniforme y minimizar la presión en la rodilla. El calzado rígido y estabilizador puede alterar significativamente este patrón de movimiento natural. Este tipo de calzado estabiliza artificialmente el pie y limita la movilidad de las articulaciones del mismo. Como resultado, músculos y tendones importantes para la estabilización de la pierna se activan menos. Esto puede provocar un aumento de la carga sobre las rodillas y las estructuras circundantes, incrementando el riesgo de lesiones, inflamación y desgaste en y alrededor de la rodilla.
Los estudios muestran que el calzado rígido y estabilizador suele asociarse con una actividad muscular reducida en los músculos de la pantorrilla y del muslo. No obstante, estos músculos desempeñan un papel clave en la descarga de la articulación de la rodilla. Una debilidad en estos grupos musculares aumenta el riesgo de cargas incorrectas y sobrecarga de la rodilla. -
Secuencia de movimiento no natural
Los movimientos naturales están diseñados para reaccionar dinámicamente a terrenos cambiantes. Los suelos duros y planos y el calzado rígido dificultan claramente una secuencia de movimiento fisiológica. Por un lado, la falta de activación muscular en el impacto del talón provoca que el pie se desplome incontroladamente hacia abajo. El pie colapsado y sus consecuencias sobre la rodilla se describieron en el apartado anterior. Por otro lado, la dureza y falta de elasticidad de los suelos industriales y la rigidez de las suelas impiden un rodamiento natural del pie. Al faltar el rodamiento, la articulación de la rodilla no se mueve a través de su rango máximo, sino que se carga repetidamente en la misma zona en cada paso. Esto provoca que algunas estructuras se sobrecarguen y otras se subutilicen. Las estructuras sobrecargadas tienden a lesionarse, inflamarse y desgastarse; las infrautilizadas pueden atrofiarse. Además, el calzado rígido y estabilizador reduce las señales sensoriales del pie, disminuyendo el intercambio de información y la capacidad de adaptación. Si el pie no apoya correctamente, cambia también la dirección de tracción de los músculos y tendones que estabilizan la rótula. Esto puede causar desalineaciones patelares y favorecer problemas como el síndrome patelofemoral (rodilla del corredor) o el síndrome de la punta de la rótula (rodilla del saltador).
Síntomas del dolor de rodilla
Cabe mencionar que las siguientes enumeraciones recogen los síntomas más frecuentes del dolor de rodilla. La lista no es exhaustiva y pueden aparecer síntomas atípicos no incluidos aquí. Los síntomas dependen a menudo de factores como la percepción del dolor, la causa de la lesión, el grado de la lesión, la constitución física, etc. Para obtener un diagnóstico claro, debe consultarse a un médico.
- Dolor de rodilla al esfuerzo: dolor leve a intenso al caminar, correr u otras actividades. Dolor de rodilla al subir escaleras. También pueden aparecer dolores al flexionar, al estirar o al doblar la rodilla, aunque se trate de una carga baja. Típicamente, el dolor al correr aparece con tanta frecuencia que la actividad resulta imposible.
- Dolor en reposo: dolor leve a intenso en reposo o por la noche. El dolor en reposo suele ser indicativo de inflamación o artrosis en la articulación de la rodilla. Dolor al iniciar movimiento: dolor al levantarse tras un periodo prolongado de reposo.
- Síntomas dependientes del clima: el dolor y la rigidez pueden aumentar con tiempo húmedo o frío.
- Dolor a la presión: la rodilla es sensible al tacto o a la presión, p. ej. en la rótula o en las inserciones tendinosas.
- Hinchazón: rodilla hinchada con acumulación visible o palpable de líquido en la articulación, a menudo por irritación o lesión.
- Calor y enrojecimiento: la rodilla se siente caliente y está enrojecida, lo que puede indicar inflamación.
- Derrame articular: acumulación de líquido en la articulación que causa tensión y movilidad limitada. Esto puede provocar dolor articular.
- Limitación del movimiento: la rodilla no se puede flexionar o extender completamente, a menudo por hinchazón o daños en el cartílago. En estos casos, a menudo también aparece dolor al estirar la rodilla más allá del rango posible. También puede haber dolor al flexionar.
- Sensación de bloqueo: obstáculos de movimiento repentinos en la rodilla, a menudo causados por daños en el menisco o cuerpos libres en la articulación. Mover la rodilla suele provocar dolor.
- Inestabilidad: sensación de ceder o de «doblarse», generalmente por lesiones de ligamentos o debilidad muscular.
- Rigidez: sensación de rodilla inmóvil, especialmente tras estar sentado mucho tiempo o por la mañana al levantarse. Frecuentemente se acompaña de dolor al levantarse.
- Antálgica postura de protección: evitar inconscientemente ciertos movimientos, lo que puede cargar otras articulaciones.
- Tensión muscular: endurecimiento de músculos sobrecargados.
- Dolor: según la causa, puede ser punzante, sordo o palpitante.
- Entumecimiento u hormigueo: irritaciones nerviosas pueden provocar entumecimiento o sensación de «hormigueo».
- Dolor irradiado: el dolor puede irradiarse hacia el muslo o la pierna inferior.
Terapia convencional - ¿Qué ayuda con el dolor de rodilla?
Para tratar el dolor de rodilla existen varios enfoques. A continuación se presentan algunas terapias para las molestias de rodilla. La lista no es exhaustiva. A menudo se combinan diferentes medidas para tratar los problemas de rodilla. Se recomienda consultar a un médico para determinar la terapia adecuada.
- Reposo y reducción de la carga: alivio temporal para evitar sobrecargas e irritaciones.
- Fisioterapia: ejercicios y técnicas específicas para mejorar la movilidad, fortalecer la musculatura y descargar la articulación, reduciendo así el dolor en esfuerzo y en reposo.
- Entrenamiento específico de fuerza y movilidad: mediante entrenamiento regular y dirigido se puede aliviar el dolor de rodilla.
- Terapia de movimiento: ejercicios suaves (p. ej. natación, ciclismo o yoga) que fomentan la movilidad y fortalecen la musculatura sin sobrecarga. Además mejoran la circulación.
- Reducción de peso: alivio para las articulaciones de la rodilla y la musculatura circundante mediante disminución del peso corporal.
- Entrenamiento fascial: liberación de fascias adheridas para mejorar la movilidad y aliviar el dolor.
- Masajes: para relajar tensiones y desbloquear restricciones.
- Aplicaciones de frío y calor: frío (p. ej. bolsas de hielo) para reducir inflamación, calor para relajar músculos.
- Terapia magnética o electroterapia: favorecen la circulación y alivian el dolor.
- Ajustes dietéticos y suplementos: alimentación antiinflamatoria (p. ej. omega-3) y suplementos para el cartílago (p. ej. glucosamina, condroitina).
- Soportes ortopédicos: rodilleras u ortesis para apoyar y estabilizar la articulación. Plantillas para corregir alteraciones y descargar zonas concretas.
- Tratamiento farmacológico: analgésicos y antiinflamatorios.
- Terapias alternativas: acupuntura, vendaje funcional (taping) u osteopatía para aliviar el dolor y favorecer la circulación.
- Infiltraciones articulares: ácido hialurónico para mejorar la lubricación y aliviar el dolor. Cortisona para reducir la inflamación en brotes agudos.
- Terapia con sangre autóloga: esta técnica utiliza las propiedades curativas de la propia sangre para regenerar el cartílago articular y aliviar el dolor.
- Medidas quirúrgicas: artroscopia para limpieza mínimamente invasiva de la articulación (p. ej. extracción de fragmentos de cartílago), osteotomía para corregir desalineaciones mediante cortes óseos, prótesis de rodilla (parcial o total) para reemplazar la articulación en artrosis avanzada.
A menudo muchas de estas medidas no proporcionan una reducción duradera del dolor porque no abordan las causas de los problemas de rodilla. El objetivo de todo tratamiento debería ser, por tanto, eliminar las causas. Como se describió más arriba, deben atacarse la falta de movimiento, el estilo de vida sedentario, los suelos duros y planos y el calzado rígido y estabilizador. El modo de acción de kybun aparece como una terapia adecuada para el dolor de rodilla porque puede eliminar las causas mencionadas.
Modo de acción de kybun - ¿Qué ayuda con el dolor de rodilla?
Los productos kybun pretenden eliminar las consecuencias perjudiciales para la salud de los suelos duros y planos y del calzado rígido y estabilizador, así como abordar activamente la falta de movimiento y el estilo de vida sedentario. Gracias a la propiedad elástico-resorte de los productos kybun, el aparato locomotor se descarga por un lado y se activa por otro. La descarga reduce inicialmente el dolor de rodilla. La activación aborda las causas de los problemas de rodilla para que las molestias desaparezcan a largo plazo. Por eso los zapatos kybun son especialmente adecuados para el dolor de rodilla, ya que ayudan en el tratamiento mediante los siguientes modos de acción:
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Activación muscular y estabilización de la articulación de la rodilla
Al caminar con zapatos kybun, los talones pueden hundirse profundamente en el material elástico-resorte debido a la suela compresible. De este modo la carga se incrementa de forma lenta y controlada, lo que da tiempo al cuerpo para activar la musculatura relevante. La musculatura tensada de la pierna estabiliza la articulación de la rodilla y descarga tanto la propia articulación como las estructuras circundantes. En cambio, caminar sobre suelos duros y planos con calzado rígido provoca una aplicación de fuerza sin amortiguación en los pies. Como la carga actúa de forma brusca, la musculatura dispone de poco tiempo para reaccionar y no se alcanza la estabilización necesaria de la rodilla. Esto puede provocar cargas incorrectas y sobrecarga de la rodilla y las estructuras adyacentes.
- Zapatos convencionales (izquierda): reacción tardía y descontrolada de la musculatura que impide la estabilización de la rodilla.
- Zapatos kybun (derecha): musculatura tensada que conduce a la estabilización de la rodilla.
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Reducción de la fuerza aplicada por los suelos duros y planos gracias al efecto amortiguador
Al apoyar el talón con zapatos kybun, el material elástico-resorte de la suela se comprime, permitiendo que el retropié se hunda profundamente. Esta amortiguación controlada reduce la fuerza aplicada y disminuye la carga sobre la articulación de la rodilla y las estructuras circundantes. De modo similar a un airbag en un automóvil, la suela kybun absorbe las fuerzas de impacto y permite un movimiento más suave y protector para las articulaciones. Esto puede reducir de forma notable el dolor de rodilla al esfuerzo desde los primeros pasos.
- Fuerza aplicada 1 al impacto del talón con calzado convencional
- Fuerza aplicada 2 al impacto del talón con calzado kybun
- Fuerza en Newton
- Tiempo en segundos
- Caminar sobre suelo plano y duro con calzado kybun
- Caminar sobre suelo plano y duro con otros zapatos
Además, el cuerpo dispone de más tiempo para tensar los grupos musculares relevantes por el lento hundimiento del talón en el material elástico-resorte. Gracias a la tensión muscular mejorada, las articulaciones individuales pueden estabilizarse y reducir así la transmisión de fuerzas hacia la columna vertebral y las estructuras adyacentes.
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Activación y fortalecimiento de la musculatura gracias a la propiedad elástico-resorte
Al caminar y estar de pie sobre la superficie elástico-resorte de kybun, el cuerpo realiza continuamente pequeños movimientos compensatorios para mantener el equilibrio. La inestabilidad controlada de los productos kybun activa la musculatura profunda estabilizadora, que es decisiva para la postura y la estabilidad articular.
De este modo, la articulación de la rodilla y las estructuras circundantes reciben mejor soporte y descarga. Al mismo tiempo se mejoran las capacidades coordinativas, ya que se optimiza la interacción entre sistema nervioso y musculatura. Esto conlleva una mejora de la percepción corporal y una ejecución más precisa de cada movimiento.
Equilibrio y EMG
La capacidad de equilibrio se midió con una plataforma de fuerza registrando el movimiento del centro de gravedad de delante hacia atrás (ant-post) y lateralmente (med-lat) durante la bipedestación. Paralelamente, una electromiografía (EMG) registró la actividad muscular.

Con calzado convencional
- Reducción de la actividad muscular
- Reducción del rango de movimiento del centro de gravedad

Con zapatos kybun
- Aumento de la actividad muscular
- Aumento del rango de movimiento del centro de gravedad
Mediante la activación y el fortalecimiento de la musculatura plantar se pueden contrarrestar alteraciones del pie como pie cavo, pie valgo o pie plano, que a menudo aparecen por déficits musculares. Un arco longitudinal intacto reduce las fuerzas generadas al apoyar el talón, lo que descarga las vértebras y los tejidos blandos. Asimismo, al evitar que el pie gire hacia dentro o hacia fuera, el eje de la pierna se mantiene en su posición fisiológica y la columna y las estructuras adyacentes quedan protegidas de cargas incorrectas. Al hundirse lenta y controladamente el talón en el material elástico-resorte se genera una precarga miofascial en los músculos implicados. Gracias a esta precarga y a la mayor actividad muscular, la columna vertebral puede estabilizarse y guiarse de forma precoz, reduciendo así la fuerza aplicada sobre la espalda y los tejidos blandos cercanos.
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Rodamiento natural del pie y aumento del rango de movimiento gracias al efecto rebote
Los zapatos kybun elástico-resorte con efecto rebote permiten, gracias a la precarga muscular y a la reducción de la aceleración, un impacto controlado del talón. De este modo se evita un desplome incontrolado del pie que cargaría la articulación de la rodilla y las estructuras circundantes en cada paso. El rodamiento activo sobre el material elástico de kybun utiliza todo el rango de movimiento del pie, desde el talón hasta los dedos. Este movimiento natural implica a la articulación de la rodilla de forma más dinámica en lugar de cargarla siempre en el mismo rango de movimiento. Esto previene inflamaciones, lesiones y desgaste del cartílago, ya que se reduce la carga puntual. Al mismo tiempo la rodilla mantiene su movilidad y queda protegida frente a tensiones y bloqueos. La secuencia de movimiento fisiológica activa y fortalece la musculatura, favorece la circulación y puede aliviar el dolor de rodilla.
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Mejora de la circulación por mayor actividad motora
Una mejor circulación desempeña un papel decisivo en los problemas de rodilla, ya que influye positivamente en la articulación y las estructuras circundantes. Transporta nutrientes y oxígeno eficientemente al cartílago, ligamentos, tendones y músculos, que son esenciales para la estabilidad de la rodilla. Dado que el cartílago tiene una circulación limitada, un aumento de la perfusión puede favorecer la regeneración y apoyar el proceso de curación. Además, una mejor circulación ayuda a eliminar más rápidamente los desechos metabólicos y las sustancias proinflamatorias, reduciendo la hinchazón y pudiendo aliviar el dolor, especialmente en afecciones crónicas como la artrosis. Los procesos inflamatorios que dañan la articulación a largo plazo pueden ralentizarse. También mejora la producción de lubricante articular, lo que aumenta la movilidad y protege el cartílago del desgaste. Además, los músculos alrededor de la rodilla se benefician: unos músculos bien irrigados son más capaces, están más relajados y son menos propensos a tensiones que sobrecarguen la rodilla. Esto favorece una guía natural del movimiento y puede reducir el dolor por cargas incorrectas. Los materiales elástico-resorte de kybun fomentan el movimiento y activan así la musculatura alrededor de la rodilla. De este modo se mejora la circulación, lo que a su vez potencia las ventajas mencionadas anteriormente.
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Fomento del movimiento y reducción del tiempo sedentario
Los productos elástico-resorte kybun aumentan el placer de moverse, ya que su material único descarga las articulaciones de la rodilla y las estructuras adyacentes. Al mismo tiempo, la actividad física activa y fortalece la musculatura y mejora la circulación: ambos con los efectos positivos ya descritos. Además, el uso de los productos kybun puede reducir el tiempo que se pasa sentado, evitando acortamientos y bloqueos nocivos de las cadenas miofasciales. Al caminar y estar de pie con mayor frecuencia se estiran especialmente los músculos flexores de la cadera y la cadena posterior compuesta por músculos de la pantorrilla y del muslo, que suelen estar acortados. Esto mejora la movilidad y favorece un patrón de movimiento saludable de la articulación de la rodilla y sus estructuras circundantes.
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Cuidado y protección de las fascias
Las fascias estabilizan la articulación de la rodilla y garantizan una distribución de la carga uniforme en cada paso. De este modo protegen frente a inflamaciones, lesiones y desgaste. Las fascias sanas son elásticas y están libres de adherencias y tensiones. Esta elasticidad favorece la movilidad de la rodilla y apoya la circulación, esencial para el suministro de nutrientes y la regeneración de la rodilla y de las estructuras circundantes. Con los zapatos kybun se permite una secuencia de movimiento natural que ayuda a mantener la elasticidad de las fascias.
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Distribución de la presión optimizada
Al caminar y estar de pie con los zapatos kybun, toda la planta del pie queda envuelta por el material elástico-resorte, lo que conduce a una distribución de presión más homogénea. De este modo se reduce la presión puntual sobre las articulaciones de la rodilla. Además, el movimiento continuo y leve en los productos kybun aumenta la superficie de carga, reduciendo también los puntos de presión localizados.

con kybun

sin kybun
Consejos de uso para el dolor de rodilla
Antes de usar los zapatos kybun por primera vez, conviene tener en cuenta algunos consejos de uso. Una aplicación correcta puede ayudar a aliviar el dolor de rodilla. Además, los problemas de rodilla deben tratarse también con una terapia dirigida, que se explica en el siguiente apartado.
- Use los zapatos kybun al principio solo durante el tiempo que su cuerpo tolere. Introduzca pausas de uso si el dolor aumenta o si aparece fatiga del aparato locomotor. El tratamiento del dolor de rodilla requiere tiempo. Debido a la propiedad activadora de los productos kybun, la musculatura se entrena, lo que puede provocar reacciones iniciales, especialmente al principio.
- Presione el talón despacio y de forma controlada en el material elástico-resorte para que la articulación de la rodilla se descargue. Intente encontrar un punto de apoyo en el que el dolor en la rodilla y las estructuras circundantes se reduzca o no aparezca. Al principio, evite rodar demasiado sobre los talones.
- Al principio realice pasos pequeños y controlados, reduciendo el rodamiento por el antepié para generar menos movimiento en la articulación de la rodilla. Aumente gradualmente el rango de movimiento de los pies cuando sea posible.
- Intente realizar los ejercicios que se indican a continuación para reforzar la eficacia de los zapatos kybun y aumentar la probabilidad de recuperación.

Para principiantes en kybun
Al usar zapatos kybun, la marcha cambia de cuidadosa a natural. En el 90% de los casos esto ocurre sin problemas.
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¿Qué hacer con el dolor de rodilla? Ejercicios útiles
Para aumentar la eficacia de los zapatos kybun y elevar la probabilidad de recuperación de las molestias de rodilla, recomendamos realizar los siguientes ejercicios para el dolor de rodilla. La selección de ejercicios no es exhaustiva y puede completarse con otros ejercicios. En general, en todas las prácticas debe evitarse que el dolor en y alrededor de la rodilla aumente. Si un ejercicio incrementa el dolor, debe interrumpirse. Sensaciones agradables y liberadoras fuera del punto doloroso son deseables.
Los ejercicios se dividen en las siguientes áreas: «Caminar correctamente con los zapatos kybun», «Entrenamiento de la longitud muscular», «Rodillo fascial» y «Fortalecimiento». Idealmente, las diferentes áreas se utilizan de forma complementaria como terapia para problemas de rodilla.
Caminar correctamente con los zapatos kybun
La calidad de cada paso es decisiva en el tratamiento del dolor de rodilla para reducir las molestias y eliminar las cargas incorrectas y de sobrecarga. Los zapatos kybun ofrecen una terapia ideal para el dolor de rodilla.
Impacto controlado del talón

- Presione el talón con cuidado y control en el material elástico-resorte para evaluar la intensidad y el punto de carga sin que aparezca dolor en la articulación de la rodilla.
- Mantenga una posición controlada del pie para que no se vuelque hacia dentro ni hacia fuera. Así la articulación de la rodilla se mantiene alineada.
- Apoye el mediopié y el antepié de forma lenta y controlada para evitar impactos sobre la articulación de la rodilla.
- Los ejercicios lentos ayudan a reconstruir la musculatura estabilizadora alrededor de la rodilla.
Rodamiento controlado

- Ligero rodamiento con el antepié, sin impulsarse inicialmente con fuerza sobre los dedos gordos. Cuanto mayor sea el rodamiento, mayor será el rango de movimiento en la rodilla. En una rodilla tensa y bloqueada, aumentar el rango de movimiento puede provocar un incremento del dolor. En ese caso deben liberarse primero las tensiones y los bloqueos.
- Explore el rango de movimiento posible del pie sin que aparezca dolor. Aumente el rango de movimiento si es posible.
Entrenamiento de la longitud muscular
El entrenamiento de la longitud muscular es fundamental en el tratamiento de problemas de rodilla, ya que las molestias suelen deberse a acortamientos, tensiones y bloqueos de las cadenas miofasciales. Con estiramientos dirigidos se pueden abordar activamente estos acortamientos, tensiones y bloqueos, por lo que constituyen una terapia ideal contra el dolor de rodilla.
Músculos frontales del muslo

- Ligero rodamiento en el antepié, sin impulsarse inicialmente con mucha fuerza sobre los dedos gordos. Cuanto mayor sea el rodamiento, mayor será el rango de movimiento de la rodilla. En una rodilla tensa y bloqueada, aumentar el rango de movimiento puede intensificar el dolor. En ese caso deben liberarse primero las tensiones y bloqueos.
- Explore el rango de movimiento posible de los pies sin que aparezca dolor. Aumente el rango de movimiento si es posible.
Pantorrilla y músculos posteriores del muslo

- Posición inicial en cuadrupedia.
- Elevar las nalgas hacia arriba como si se intentara tocar el techo.
- Si es posible, llevar los talones hacia el suelo para intensificar el estiramiento.
- Mantener el ejercicio 3 x 30 segundos.
- Realizar 1 – 2 veces al día.
Rodillo fascial
El entrenamiento fascial con el rodillo es importante en el tratamiento del dolor de rodilla, ya que las molestias suelen originarse por acortamientos, tensiones y bloqueos de las cadenas miofasciales. Rodar con regularidad las cadenas miofasciales acortadas y tensas convierte al rodillo fascial en una terapia activa válida para los problemas de rodilla.
Músculos frontales del muslo

- Posición inicial en decúbito prono.
- Colocar el rodillo grande bajo el muslo de la pierna estirada. La otra pierna se apoya flexionada para controlar el movimiento.
- Rodar activamente el muslo desde la cadera hasta por encima de la articulación de la rodilla.
- Realizar los ejercicios lenta y controladamente. Ajustar la presión según la sensación personal, pero avanzar hasta un umbral de dolor tolerable.
- En zonas con adherencias puntuales, rodar más intensamente o mantener la posición sobre ese punto.
- 3 minutos por lado.
- Realizar 1 – 2 veces al día.
Músculos laterales del muslo

- Posición inicial en decúbito lateral.
- Colocar el rodillo grande entre la zona lateral del muslo y el suelo.
- Apoyar la pierna superior en ángulo recto para estabilizar y dirigir el movimiento.
- Rodar activamente el lateral del muslo desde la cadera hasta por encima de la articulación de la rodilla.
- Realizar los ejercicios lenta y controladamente.
- Ajustar la presión según la sensación personal, avanzando hasta un umbral de dolor tolerable.
- En zonas con adherencias puntuales, rodar más intensamente o mantener la posición sobre ese punto.
- Se puede intensificar el ejercicio estirando la pierna superior.
- 3 minutos por lado.
- Realizar 1 – 2 veces al día.
Fortalecimiento
Un entrenamiento de fuerza específico ayuda a fortalecer la musculatura de las piernas y así descargar la articulación de la rodilla y sus estructuras circundantes. La musculatura fortalecida puede absorber mejor las fuerzas que actúan sobre las rodillas en cada movimiento. Además, la musculatura estabiliza las articulaciones de la rodilla y las protege frente a cargas incorrectas y sobrecargas. Los ejercicios de fortalecimiento son una terapia eficaz para los problemas de rodilla y contribuyen a aliviar el dolor a largo plazo.
Sentadillas

- Posición inicial: de pie, pies algo más anchos que la anchura de las caderas y ligeramente rotados hacia afuera.
- Bajar lentamente y de forma controlada hasta una sentadilla profunda. Llevar las caderas hacia atrás y desplazar el peso hacia los talones.
- Asegurarse de que la fuerza provenga de las nalgas. Mantener las rodillas estables para que no se vayan hacia dentro ni hacia fuera.
- Volver a subir lentamente y de forma controlada.
- Si hay problemas de equilibrio, se puede sujetar con las manos a un objeto estable.
- 3 series de 8 – 12 repeticiones.
- Realizar 2 – 3 veces por semana.
Elevación lateral de pierna (en decúbito lateral)
- Posición inicial: decúbito lateral.
- Los pies, rodillas, cadera y cabeza deben estar alineados. Se puede colocar un objeto bajo la cabeza como apoyo.
- Elevar activamente la pierna superior y luego bajar frenando activamente.
- En el punto más bajo no apoye completamente la pierna; vuelva a elevarla para mantener la musculatura activa. Si no es posible, puede apoyar brevemente la pierna.
- Mantenga un tronco estable y ejecute los movimientos lenta y controladamente. El torso no debe moverse.
- Para aumentar la dificultad, colocar una banda elástica alrededor de las rodillas. La banda debe situarse justo por encima de la articulación de la rodilla.
- 3 series de 8 – 12 repeticiones.
- Realizar 2 – 3 veces por semana.



Ejercicios especializados
Para información sobre los ejercicios especializados en calzado kybun y los ejercicios básicos en la colchoneta kybun.
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