Fibromialgia
A continuación se describe la fibromialgia. Se explica la enfermedad mediante una definición y se abordan las causas de la fibromialgia. Se muestran los posibles síntomas de la fibromialgia. Además, a través del modo de acción de kybun se explica cómo los productos kybun pueden aliviar las molestias asociadas a la fibromialgia.

Definición
¿Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia, también conocida como síndrome de fibromialgia (SFM), es una enfermedad crónica no inflamatoria que afecta al sistema musculoesquelético. Se trata de un cuadro clínico complejo que se caracteriza principalmente por una procesamiento generalizado del dolor en el cuerpo. Las personas con fibromialgia experimentan una carga física persistente que con frecuencia impacta la vida diaria y puede reducir la calidad de vida.
La fibromialgia forma parte de los llamados síndromes somáticos funcionales y hoy en día se reconoce como una enfermedad independiente. Aparece en millones de personas en todo el mundo y afecta sobre todo a mujeres, aunque también puede presentarse en hombres y niños. El término procede del latín y del griego y significa, de forma aproximada: “dolor de fibras y músculos”.
Una característica de la fibromialgia es que no se detectan causas orgánicas ni procesos inflamatorios visibles en los tejidos. No obstante, la fibromialgia se considera una enfermedad física real que debe tomarse en serio desde el punto de vista médico. El diagnóstico se basa en determinados criterios y en una evaluación clínica exhaustiva por parte de especialistas o terapeutas especializados.
Dado que las molestias por fibromialgia pueden manifestarse de forma muy individual, a menudo es sensato un enfoque interdisciplinario en el tratamiento. Diferentes especialidades médicas, como reumatología, tratamiento del dolor, fisioterapia o psicosomática, suelen colaborar estrechamente para garantizar la mejor terapia posible para las personas afectadas.
La fibromialgia no es una enfermedad que ponga en peligro la vida, pero puede cursar de forma crónica y persistir durante años. Según el conocimiento actual, la fibromialgia no tiene cura. Sin embargo, con un enfoque terapéutico integral es posible reducir los síntomas de la fibromialgia y lograr una mejora significativa de la calidad de vida.
Causas de la fibromialgia
Las causas exactas de la fibromialgia no están completamente aclaradas a día de hoy. Los investigadores suponen, no obstante, que se trata de un cuadro multifactorial —es decir, que diversos factores biológicos, genéticos, psíquicos y ambientales pueden contribuir al desarrollo de la fibromialgia.
Un papel central en las causas de la fibromialgia probablemente lo desempeña una alteración en el procesamiento del dolor en el sistema nervioso central. En las personas con síndrome de fibromialgia, los estímulos que normalmente no se perciben como dolorosos parecen ser procesados de forma amplificada en el cerebro. Este procesamiento erróneo del dolor podría deberse a una disfunción en el procesamiento de estímulos o en la modulación del dolor.
También pueden intervenir factores genéticos. Estudios muestran que la fibromialgia se da con mayor frecuencia en algunas familias, lo que sugiere una posible predisposición heredada. Ciertas variantes genéticas podrían aumentar la sensibilidad al dolor o influir en la forma en que el cuerpo responde al estrés. Un desencadenante posible para la fibromialgia es el estrés crónico o una carga psíquica prolongada. Experiencias traumáticas, como accidentes, operaciones o choques emocionales, han sido reportadas por muchas personas afectadas antes de la primera aparición de la enfermedad. Asimismo, el estrés prolongado, el desgaste profesional (burnout), los trastornos de ansiedad o la depresión pueden considerarse factores contribuyentes.
Además se discute si desequilibrios hormonales (por ejemplo, alteraciones en las hormonas del estrés como el cortisol), cambios en los neurotransmisores (p. ej. serotonina, dopamina, noradrenalina) y trastornos del sueño podrían contribuir al desarrollo de la fibromialgia.
También se baraja la posibilidad de que infecciones como el virus de Epstein-Barr, la enfermedad de Lyme u otras infecciones virales o bacterianas actúen como desencadenantes. En algunos casos, el síndrome de fibromialgia parece aparecer por primera vez tras una enfermedad física grave.
En conjunto, las causas de la fibromialgia representan una interacción compleja de diversos factores. La investigación continúa avanzando para comprender mejor los mecanismos exactos y derivar de ellos enfoques terapéuticos más específicos.
Síntomas de la fibromialgia
Los síntomas de la fibromialgia son variados y pueden diferir mucho entre personas. Dependen, entre otros, de la sensibilidad individual al dolor, de factores psíquicos, del estado general de salud y del estilo de vida. La enfermedad se caracteriza por dolor crónico, especialmente en músculos y tendones, así como por una serie de molestias físicas y psíquicas adicionales. La fibromialgia no se detecta mediante pruebas de imagen como radiografías o resonancias magnéticas, ya que no existen cambios estructurales. El diagnóstico de fibromialgia se realiza por lo general mediante una exploración clínica cuidadosa y la exclusión de otras enfermedades. A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la fibromialgia. Cabe destacar que también pueden presentarse síntomas atípicos y que la lista no es exhaustiva.
- Dolor crónico por fibromialgia en todo el cuerpo: dolor difuso y prolongado en músculos, tendones y articulaciones, sin causa inflamatoria. A menudo están afectadas varias regiones del cuerpo al mismo tiempo.
- Rigidez matutina: las personas afectadas suelen sentirse rígidas e inmóviles al despertarse. Esta sensación puede durar desde minutos hasta horas.
- Mayor sensibilidad a la presión: incluso una presión ligera en ciertos puntos del cuerpo (los llamados puntos sensibles) puede resultar dolorosa.
- Trastornos del sueño: muchas personas con síndrome de fibromialgia tienen dificultades para conciliar o mantener el sueño. El sueño se percibe a menudo como no reparador.
- Fatiga constante / agotamiento (fatiga): a pesar de un sueño aparentemente suficiente, las personas afectadas suelen sentirse sin fuerzas y con poca energía. Esta fatiga crónica afecta mucho la vida diaria.
- Problemas de concentración y memoria (“fibro fog”): la capacidad intelectual puede verse mermada —por ejemplo, olvidos, dificultades de concentración o lentitud en el pensamiento.
- Cefaleas y migraña: con frecuencia aparecen dolores de cabeza tensionales o síntomas tipo migraña, a menudo combinados con dolor en el cuello o los hombros.
- Síndrome del intestino irritable (SII): muchas personas presentan problemas digestivos como gases, diarrea o estreñimiento; estos síntomas pueden alternar.
- Fibromialgia y dificultades respiratorias: la falta de aire (disnea) puede ser un síntoma de la fibromialgia. Muchas personas con fibromialgia refieren sensación de respiración insuficiente o falta de aire.
- Trastornos sensoriales (parestesias): hormigueo, sensación de entumecimiento o ardor en manos, pies u otras zonas del cuerpo son frecuentes.
- Estado de ánimo depresivo: el dolor y la fatiga persistentes pueden afectar gravemente la salud mental. Muchas personas desarrollan síntomas depresivos o ansiedad.
- Aumento de la sensibilidad al clima: cambios de temperatura, presión atmosférica o humedad pueden empeorar las molestias. Muchos refieren un aumento del dolor según el clima.
- Mareo y problemas de equilibrio: sensación de inseguridad al caminar o mareos bruscos no son infrecuentes.
- Temblor o sacudidas musculares: temblor involuntario o sacudidas musculares pueden aparecer en la fibromialgia, a menudo sin causa aparente.
- Anomalías en la percepción de frío y calor: las personas afectadas suelen tener manos o pies fríos o una percepción alterada de la temperatura. A veces el frío o el calor se perciben como dolorosamente incómodos.
- Síndrome de vejiga hiperactiva / vejiga irritable: puede darse urgencia urinaria frecuente sin infección, junto con la sensación de no vaciar completamente la vejiga.
- Ojos secos o boca seca: estos síntomas en ojos y boca a veces recuerdan al síndrome de Sjögren y pueden afectar el bienestar.
- Inquietud o nerviosismo interior: una sensación constante de tensión interna o de “no poder relajarse” es un síntoma acompañante frecuente.
Terapias convencionales – qué ayuda en la fibromialgia
Para tratar la fibromialgia existen distintos enfoques terapéuticos convencionales. El objetivo es aliviar los síntomas de la fibromialgia —especialmente dolor, agotamiento y problemas de sueño— y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. A continuación se presentan algunas terapias consolidadas para la fibromialgia. La lista no es exhaustiva, ya que, según la presentación individual y las enfermedades concomitantes, pueden ser apropiadas medidas diferentes. A menudo se recomienda una combinación de varios enfoques terapéuticos. Es imprescindible la consulta médica para determinar la terapia adecuada en cada caso.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): forma de psicoterapia que ayuda a cambiar patrones de pensamiento negativos y a manejar el dolor de la fibromialgia de forma activa —fomenta el autocontrol del dolor.
- Terapia farmacológica: uso de antidepresivos, anticonvulsivos o analgésicos para aliviar el dolor y los trastornos del sueño.
- Terapia de movimiento: actividad física regular (p. ej. caminar, ejercicio aeróbico ligero) demuestra ser una medida adecuada para la fibromialgia, mejorando la percepción del dolor, el estado de ánimo y la resistencia.
- Técnicas de relajación: métodos como la relajación muscular progresiva, el entrenamiento autógeno o la meditación ayudan a reducir el estrés, que puede intensificar el dolor.
- Higiene del sueño: medidas para mejorar los hábitos de sueño, ya que la fibromialgia suele asociarse a un sueño no reparador.
- Terapia nutricional: una dieta adaptada y antiinflamatoria puede ayudar a aliviar los síntomas de la fibromialgia —por ejemplo, menos azúcar y más ácidos grasos omega-3.
- Fisioterapia: ejercicios dirigidos, tratamientos de calor o masajes pueden aliviar la tensión muscular y mejorar la movilidad.
- Educación del paciente: información sobre la enfermedad, estrategias de autocuidado y consejos prácticos para el día a día fortalecen la competencia personal.
- Terapia ocupacional: ayuda a manejar mejor las actividades diarias, a realizar ajustes ergonómicos y a evitar la sobrecarga.
- Terapias de frío o calor: aplicaciones como compresas calientes o geles fríos pueden aliviar localmente el dolor y afectar la circulación.
- Musicoterapia o arteterapia: formas creativas de expresión que favorecen el bienestar emocional y ayudan a afrontar el dolor crónico.
- Aromaterapia: uso de aceites esenciales para fomentar la relajación y el alivio del dolor, a menudo complementario a masajes o meditación.
- Acupuntura: técnica de la medicina tradicional china que inserta agujas finas en puntos corporales concretos para regular flujos energéticos.
- Biofeedback: procedimiento que muestra funciones corporales (como la frecuencia cardíaca o la tensión muscular) para aprender a controlarlas mejor.
- TENS (estimulación nerviosa eléctrica transcutánea): impulsos eléctricos que estimulan nervios a través de la piel y pueden reducir la transmisión del dolor.
- Balneoterapia: baños en aguas termales o mineromedicinales (p. ej. sulfurosas o salinas) que pueden aliviar el dolor y la tensión muscular.
- Yoga o tai chi: formas de movimiento suaves centradas en la respiración, la atención plena y la conciencia corporal —mejoran la flexibilidad y la gestión del estrés.
Modo de acción de kybun – qué ayuda en la fibromialgia
Los productos kybun actúan específicamente en los puntos donde empiezan muchos problemas de las personas con fibromialgia: la limitación del movimiento, las contracturas musculares y la sobrecarga persistente del aparato locomotor. Gracias a la suela elástica y amortiguadora, los zapatos kybun por un lado alivian el cuerpo y por otro estimulan el movimiento natural y activo. Esta combinación especial puede ayudar en la fibromialgia a aflojar las contracturas musculares, movilizar suavemente las articulaciones y mejorar la circulación. Al mismo tiempo, la marcha inestable sobre el material elástico y amortiguador entrena la musculatura profunda, lo que puede contribuir a una mejor postura corporal y a una menor percepción del dolor. Así, los zapatos kybun proponen un enfoque para tratar la fibromialgia por sí mismos. A continuación se muestran los principales efectos de los productos kybun en la fibromialgia.
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Fomento del movimiento y reducción del tiempo sentado
El movimiento regular y la reducción de actividades sedentarias son componentes centrales en el tratamiento de la fibromialgia. Estudios e informes de experiencia indican que la actividad física puede aliviar el dolor crónico por fibromialgia, mejorar la movilidad y reducir la fatiga. La inactividad, en cambio, puede provocar pérdida muscular, mayor rigidez y una mayor sensibilidad al dolor. Los productos kybun, con su propiedad elástica y amortiguadora, fomentan el placer de moverse, ya que el estar y caminar dinámicamente sobre el material blando activa de forma suave todo el aparato locomotor y, al mismo tiempo, lo descarga. Mediante la activación continua y respetuosa con las articulaciones de la musculatura se mejora la circulación, se liberan las contracturas y se optimiza la percepción corporal. Además, los productos kybun ayudan a reducir el tiempo sentado en la vida cotidiana —un factor clave para mejorar la calidad de vida en la fibromialgia. A continuación se indican los efectos positivos derivados del fomento del movimiento por parte de los productos kybun.
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Activación y fortalecimiento muscular por la propiedad elástica y amortiguadora
Un sustrato elástico y amortiguador como el de los productos kybun puede promover la activación y el fortalecimiento muscular de manera suave pero sostenida —una ventaja decisiva en la fibromialgia, donde con frecuencia predominan las contracturas musculares, la debilidad general y el dolor. Al caminar y estar de pie sobre el material inestable, es necesario realizar numerosos pequeños movimientos de compensación para mantener el equilibrio. Esta activación muscular afecta en particular a la musculatura profunda de los pies, piernas, pelvis y tronco, es decir, a los grupos musculares responsables de la postura, la estabilidad y la coordinación del movimiento.
Mediante esta activación suave pero constante se pueden aflojar las contracturas musculares, mejorar la circulación y aumentar la consciencia corporal —lo que puede tener un efecto positivo sobre la percepción del dolor en el síndrome de fibromialgia. Es especialmente importante el papel de los pies: como base de la postura influyen directamente en la estática de todo el cuerpo. Una musculatura plantar activada y fortalecida estabiliza rodillas, caderas y espalda y puede reducir malas posturas que a menudo se asocian a molestias adicionales en la fibromialgia.
Además, el controlado hundimiento del pie en el material elástico y amortiguador de kybun provoca una pre-tensión miofascial que conduce a una mejor coordinación muscular y a una mayor percepción corporal. Estos factores son esenciales para aumentar la capacidad de carga general y reducir a largo plazo los dolores típicos de la fibromialgia.
Equilibrio y EMG
La capacidad de equilibrio se midió con una plataforma de fuerza analizando el movimiento del centro de gravedad de delante hacia atrás (ant-post) y de lado a lado (med-lat) al estar de pie. Paralelamente, una electromiografía (EMG) registró la actividad muscular.

Con zapatos convencionales
- Reducción de la actividad muscular
- Reducción del rango de movimiento del centro de gravedad

Con zapatos kybun
- Aumento de la actividad muscular
- Aumento del rango de movimiento del centro de gravedad
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Reducción del impacto de los suelos duros y planos mediante efecto amortiguador
Los suelos duros y planos transmiten en cada paso las fuerzas de impacto directamente desde las plantas de los pies hacia las rodillas, las caderas y toda la columna vertebral. Estas microcargas continuas pueden suponer una irritación adicional del ya sensible sistema del dolor en personas con fibromialgia y agravar las contracturas musculares y las molestias articulares. La suela elástica y amortiguadora de los zapatos kybun contrarresta específicamente este efecto: al apoyar el talón, el pie se hunde suavemente en el material, absorbiéndose parte de la energía del impacto y reduciéndose significativamente la carga sobre el aparato locomotor.
El llamado efecto de rebote de la suela kybun —el suave retroceso tras el hundimiento— permite una distribución más uniforme de las fuerzas al caminar. De este modo se protegen las articulaciones sensibles y se alivian estructuras sobrecargadas como músculos, tendones y fascias. Precisamente en la fibromialgia, donde la sobreexcitación del sistema muscular y fascial suele desempeñar un papel central, esta amortiguación suave puede minimizar el estímulo doloroso y hacer que el movimiento resulte menos exigente.
Además, el lento hundimiento del talón da al cuerpo más tiempo para activar los grupos musculares estabilizadores. La tensión de base resultante mejora la guía articular y favorece un desplazamiento respetuoso con las articulaciones. Esta combinación de absorción de impactos y estabilización muscular puede ayudar a reducir el dolor, facilitar el movimiento y promover de forma duradera el bienestar físico en el síndrome de fibromialgia.
- Influencia de la fuerza 1 al apoyar el talón con zapatos convencionales
- Influencia de la fuerza 2 al apoyar el talón con zapatos kybun
- Fuerza en Newton
- Tiempo en segundos
- Caminar sobre suelo duro y plano con zapatos kybun
- Caminar sobre suelo duro y plano con otros zapatos
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Rodamiento natural del pie gracias a la activación muscular y a la función de rodadura
Al apoyar el talón en los zapatos kybun, el pie se hunde lentamente en el material elástico y amortiguador. Este hundimiento retrasado no solo reduce la fuerza de impacto repentina, sino que además da tiempo a la musculatura para adaptarse activamente a la carga. La activación dirigida de la musculatura del pie estabiliza el arco plantar y permite un movimiento de rodadura natural y controlado —desde el contacto del talón, pasando por el mediopié, hasta el despegue con el antepié.
Especialmente en la fibromialgia, donde la coordinación neuromuscular suele estar alterada y los gestos cotidianos pueden percibirse como incómodos o dolorosos, esta rodadura guiada puede ser de gran ayuda. Mediante la activación suave durante la marcha se evita el efecto de pie plano por colapso, lo que reduce las posturas de protección y restituye la dinámica natural de la marcha. La rodadura activa además favorece un movimiento más fluido y transmite las fuerzas de forma eficiente hacia delante —en lugar de derivarlas sin amortiguación hacia las articulaciones y la musculatura.
El aumento resultante del rango de movimiento en las articulaciones del pie, la rodilla, la cadera y la columna vertebral conduce a una mejor distribución de las cargas en todo el cuerpo. Especialmente valioso en la fibromialgia: la rotación del tronco que se estimula así genera una suave movilización de la columna vertebral, mejorando la nutrición de los discos intervertebrales y la circulación del tejido circundante. En conjunto, el rodamiento natural con kybun no solo contribuye al alivio de las estructuras sobrecargadas, sino también a fomentar un patrón de movimiento sano y rítmico —lo que a largo plazo puede repercutir positivamente en la percepción del dolor, la movilidad y el bienestar.
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Distribución optimizada de la presión
Los productos kybun de suela elástica y amortiguadora envuelven toda la planta del pie de forma uniforme y proporcionan así una distribución optimizada de la presión al caminar y estar de pie. Precisamente en la fibromialgia, donde muchas personas sufren puntos dolorosos localizados, mayor sensibilidad a la presión y sobrecarga muscular, esta distribución uniforme de la carga puede producir un alivio notable. Al reducir las cargas puntuales se protegen estructuras sensibles como músculos, tendones, articulaciones y fascias.
La suela blanda y reactiva permite que la superficie de apoyo se adapte dinámicamente a cada paso. De este modo aumenta la superficie sobre la que se distribuye el peso corporal y se reducen los puntos de presión puntuales —por ejemplo en la zona del talón, la bola del pie o las cabezas de los metatarsianos. Esto no solo alivia el dolor, sino que también favorece una postura y una secuencia de movimiento más naturales, lo que a largo plazo puede contrarrestar las cargas incorrectas y las contracturas en todo el aparato locomotor.
Especialmente en la fibromialgia, donde incluso las cargas leves pueden resultar incómodas, la distribución optimizada de la presión de los productos kybun ofrece un alivio perceptible. Permite caminar y estar de pie de forma más suave y confortable —sin sobreexcitar las estructuras ya sensibles. Así se puede mejorar la experiencia del movimiento y romper el círculo vicioso del dolor, la postura de protección y la falta de actividad.

con kybun

sin kybun
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Cuidado y protección de las fascias
Caminar sobre el sustrato elástico y amortiguador de los productos kybun puede contribuir de forma importante al cuidado y la protección de las fascias —un aspecto central en el tratamiento de la fibromialgia, ya que las contracturas y adherencias fasciales suelen relacionarse con el dolor crónico. Las fascias son finas pero resistentes estructuras de tejido conectivo que envuelven, conectan y sostienen músculos, órganos y articulaciones, y que participan en la distribución de tensiones y la movilidad. Son especialmente sensibles a la falta de movimiento, a cargas monótonas o al estrés —factores típicos que aparecen con frecuencia en el síndrome de fibromialgia.
El movimiento reboteante al caminar con zapatos kybun genera impulsos suaves y rítmicos que estimulan el tejido fascial. Esto aumenta la circulación, mejora el intercambio de líquidos y favorece la eliminación de productos metabólicos. Estos procesos ayudan a deshacer o prevenir adherencias y endurecimientos en las fascias. Al mismo tiempo, la carga dinámica preserva la elasticidad y la capacidad de deslizamiento de la red fascial, lo que mejora la movilidad y puede reducir los dolores por fibromialgia.
Una red fascial bien cuidada y elástica también favorece la distribución uniforme de las fuerzas en el cuerpo y descarga estructuras sobrecargadas como músculos, articulaciones y columna vertebral. Especialmente en la fibromialgia, donde muchas molestias pueden atribuirse a una tensión fascial alterada, la suave movilización mediante kybun puede contribuir a aliviar el dolor, mejorar el flujo del movimiento y afectar positivamente la percepción corporal general. El uso regular de los productos kybun favorece así no solo la alegría por moverse, sino también la salud a largo plazo del tejido conectivo. -
Aumento de la circulación mediante mayor actividad de movimiento
Caminar y estar de pie sobre el sustrato elástico y amortiguador de los productos kybun fomenta la actividad natural del movimiento —un factor central para la circulación del aparato locomotor. En la fibromialgia, donde con frecuencia se observa una microcirculación reducida y una menor perfusión tisular, un movimiento rítmico y suavemente estimulado puede ser decisivo para aliviar las molestias. La mayor actividad sobre la suela elástica activa la bomba muscular, mejora el retorno venoso y favorece el suministro de oxígeno y nutrientes a músculos, fascias y articulaciones.
Esta mejorada circulación apoya la regeneración tisular, el transporte de desechos metabólicos y puede contribuir a liberar contracturas musculares crónicas —un síntoma típico en la fibromialgia. Incluso la nutrición indirecta de estructuras menos vascularizadas, como discos intervertebrales o capas fasciales profundas, se beneficia del aumento de la actividad metabólica derivada del movimiento. Al mismo tiempo mejora la termorregulación y la elasticidad del tejido, lo que genera una sensación corporal más agradable y mayor disfrute del movimiento.
En conjunto, el uso de los productos kybun favorece una mejor circulación mediante la integración de la actividad en la vida cotidiana —sin sobrecargas. Esto puede ayudar a incrementar la resistencia física, reducir el dolor y mejorar de forma sostenida la calidad de vida de las personas con fibromialgia.
Consejos de uso en fibromialgia
Antes de llevar los zapatos kybun por primera vez, conviene tener en cuenta algunos consejos de uso. La aplicación correcta puede ayudar a aliviar los dolores por fibromialgia.
- Comience con tiempos cortos de uso y aumente paulatinamente. Al principio use los zapatos kybun sólo durante el tiempo que su cuerpo tolere. El cuerpo, en particular la musculatura y el sistema nervioso, necesita tiempo para acostumbrarse al sustrato elástico y amortiguador. Haga pausas en el uso si las molestias por fibromialgia aumentan o aparece fatiga en el aparato locomotor. Debido a la propiedad activadora de los productos kybun, la musculatura se entrena, lo que especialmente al inicio puede provocar llamadas “reacciones iniciales”.
- Empuje el talón activamente en el material elástico y amortiguador al apoyar el talón y perciba la capacidad de amortiguación de los zapatos kybun. Gracias a la amortiguación se pretende atenuar y reducir los impactos sobre el cuerpo, disminuyendo la carga sobre músculos, tendones, ligamentos, fascias, articulaciones y huesos.
- Rodé el pie lentamente desde el talón, pasando por el mediopié hasta el antepié. Evite apoyos tensos o bruscos —los movimientos uniformes ayudan a distribuir mejor la tensión muscular.
- Al principio realice pasos más cortos en lugar de zancadas largas —esto favorece la estabilidad y la coordinación. De este modo se evitan sobrecargas en rodillas, caderas o espalda.
- Con el tiempo intente rodar activamente sobre el antepié. Al aumentar el rango de movimiento de los pies se genera más movilidad en todas las articulaciones, lo que es especialmente útil en contracturas y rigidez. Si la rodadura activa no es posible debido a bloqueos u otras deficiencias, reduzca la movilidad de rodadura sobre el antepié.

Para quienes son nuevos en kybun
Al usar zapatos kybun, la marcha pasa de ser protectora a ser más natural. En el 90% de los casos esto ocurre sin problemas.
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