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Dolor de cadera

A continuación se describen los dolores de cadera. Se explica la enfermedad mediante una definición y se analizan las causas de los dolores de cadera. Se exponen los posibles síntomas. Además, se explica cómo pueden tratarse los dolores de cadera mediante el modo de acción de kybun y a través de ejercicios de ejemplo.

 
 
 
 
 
Dolor de cadera

Definición

¿Qué son los dolores de cadera?

Los dolores de cadera son molestias que se presentan en la zona de la articulación de la cadera o en las estructuras circundantes, como músculos, tendones, nervios y tejido conectivo. Cuando la cadera duele, puede deberse a diferentes causas y manifestarse de formas variadas. Las causas son múltiples y van desde sobrecarga y malposicionamientos hasta enfermedades degenerativas o inflamatorias. Los dolores de cadera pueden clasificarse según distintos criterios:

  • Duración: dolor de cadera agudo, dolor de cadera crónico
  • Aparición: dolor de cadera en reposo o dolor de cadera al acostarse, dolor de cadera con carga, dolor de cadera tras esfuerzo
  • Localización: dolor de cadera interno (dolor en la ingle o en la articulación de la cadera), dolor de cadera externo (dolor en la cara externa de la cadera), dolor irradiado (dolor que se irradia a la espalda o a las piernas)
  • Causa: mecánica (p. ej. malposicionamientos), inflamatoria, neurológica, traumática, funcional (p. ej. tensión muscular)
  • Tipo de dolor: dolor sordo, dolor punzante, dolor ardiente

Anatomía de la cadera

  1. músculo psoas menor
  2. músculo psoas mayor
  3. músculo ilíaco
  4. músculo pectíneo
  5. aductor corto
  6. ligamento inguinal
  7. músculo piriforme
  8. músculo flexor de la cadera
  9. músculo obturador externo
  10. aductor largo

Las diferentes formas de dolor de cadera

En esta sección se describen brevemente los distintos tipos de dolor en la región de la cadera. Se trata de una selección de las formas más frecuentes; la lista no es exhaustiva.

  • Fractura de cadera (fractura del cuello femoral)

    Una fractura de cadera, también denominada fractura del cuello femoral, es una fractura del cuello del fémur que conecta la cabeza femoral con la diáfisis. Esta fractura suele ocurrir en personas mayores con osteoporosis y, con frecuencia, es causada por una caída. Los afectados sufren dolores intensos y no pueden mover la pierna. El tratamiento suele ser quirúrgico, ya sea mediante fijación de los fragmentos o mediante la colocación de una prótesis de cadera.

  • Luxación de cadera (dislocación)

    Una luxación de cadera ocurre cuando la cabeza femoral sale de la cavidad acetabular. Esta lesión grave suele deberse a una fuerte fuerza, como en accidentes de tráfico o caídas desde gran altura. Produce dolores intensos, una evidente malposición de la pierna y una movilidad limitada. Es necesario un tratamiento médico rápido para recolocar la articulación y evitar daños secundarios, como lesiones nerviosas o problemas de irrigación de la cabeza femoral. En algunos casos puede ser necesaria una intervención quirúrgica, especialmente si hay lesiones asociadas como fracturas óseas.

  • Displasia de cadera

    La displasia de cadera es una malformación congénita o adquirida del acetábulo en la que éste es demasiado pequeño o poco profundo. Esto provoca que la cabeza femoral no tenga un apoyo estable, lo que puede derivar en dolor y limitación del movimiento. Si no se trata, la displasia de cadera puede ocasionar daños permanentes, como artrosis de cadera y dificultades para caminar.

  • Contusión de cadera

    En una contusión de cadera se dañan los tejidos blandos debajo de la piel, lo que provoca hinchazón, hematomas y dolor. Las contusiones suelen producirse tras una caída o un golpe. Según el lugar del impacto, pueden aparecer dolores unilaterales en la cadera (dolor de cadera derecho o izquierdo). En una caída típica suele golpearse la parte superior del fémur (coloquialmente «hueso de la cadera»), ya que sobresale lateralmente. En contusiones fuertes, el dolor en la cadera puede notarse incluso al estar tumbado. Además, el dolor puede irradiarse a la región pélvica.

  • Fractura por fatiga (fractura por estrés)

    Una fractura por fatiga, también llamada fractura por estrés, es una fisura incompleta del hueso causada por cargas repetidas sin un trauma agudo. Es frecuente en deportistas o en personas con altas cargas físicas, especialmente en huesos sometidos a carga, como la espinilla, el metatarso o el fémur. El primer signo es un dolor en la cadera dependiente de la carga que se intensifica con el tiempo. Si no se trata, la fractura puede evolucionar hasta romperse completamente.

  • Distensión muscular o rotura de fibras

    Una distensión muscular o una rotura de fibras musculares se producen cuando las fibras se estiran en exceso o se rompen, por lo general debido a una carga súbita e intensa o a movimientos inusuales. En una distensión las fibras están parcialmente dañadas, lo que provoca dolor, restricción de movimiento e hinchazón. Una rotura de fibras es más grave y supone la ruptura completa de fibras musculares, con dolor intenso, hematomas y pérdida clara de función.

  • Tendinopatía del flexor de la cadera (tendinitis)

    La tendinopatía del flexor de la cadera, también conocida como inflamación del tendón del flexor de la cadera, es una afección inflamatoria de los tendones que conectan los músculos flexores de la cadera con el fémur. Suele aparecer por sobreuso o carga repetitiva, como al correr, andar en bicicleta u otras actividades deportivas. Los síntomas típicos son dolor y sensibilidad a la presión en la zona de la cadera y la parte superior del muslo, que empeoran con el movimiento.

  • Síndrome doloroso del trocánter mayor (irritación de la inserción tendinosa)

    El síndrome doloroso del trocánter mayor es una patología dolorosa causada por la irritación o inflamación de las inserciones tendinosas en el fémur, especialmente en el trocánter mayor. Estas molestias suelen deberse a sobrecarga repetida, cargas incorrectas o movimientos inadecuados que provocan inflamación tendinosa. Los afectados sienten dolor en la cara externa de la cadera, que aumenta al subir escaleras, caminar o acostarse sobre el lado afectado.

  • Lesión del labrum (rotura del labrum articular)

    Una lesión del labrum es una rotura del labrum, el borde del cartílago que rodea la cavidad acetabular y contribuye a la estabilidad de la articulación de la cadera. Esta lesión suele producirse por cargas repetidas, sobreestiramiento o traumas agudos, como movimientos bruscos o caídas. Los afectados suelen tener dolor en la región de la ingle, que empeora con determinados movimientos o durante la práctica deportiva. También puede aparecer sensación de inestabilidad o chasquido en la cadera.

  • Impingement femoroacetabular (choque femoroacetabular)

    El impingement de cadera, también llamado choque femoroacetabular (FAI), es una limitación dolorosa del movimiento de la cadera causada por un encaje defectuoso entre la cabeza femoral y el acetábulo. Esto puede provocar atrapamiento de tejidos blandos y cartílago, con daño a largo plazo y artrosis. Los síntomas típicos son dolor en la ingle, limitación de la movilidad de la cadera y molestias en determinadas posturas, como al sentarse, girar o hacer deporte.

  • Bursitis trocantérica

    La bursitis trocantérica, o inflamación de la bursa de la cadera, es una enfermedad dolorosa que afecta la parte externa de la cadera. Ocurre cuando la bursa (una pequeña bolsa llena de líquido que actúa como cojín entre hueso y tejidos blandos) se irrita o se daña. Los síntomas típicos incluyen dolor en la cara externa de la cadera que puede irradiarse al muslo, sensibilidad al tacto y dificultad para actividades como caminar o subir escaleras.

  • Bursitis del iliopsoas

    La bursitis del iliopsoas es la inflamación de la bursa situada bajo el músculo iliopsoas. Este músculo se encuentra en la parte anterior de la cadera y está formado por dos músculos que flexionan la cadera. La bursa actúa como cojín para reducir la fricción entre músculos, tendones y hueso. Los síntomas típicos son dolor en la parte anterior de la cadera que puede irradiarse al muslo o al glúteo, y rigidez, sobre todo por la mañana.

  • Artrosis de cadera

    La artrosis de cadera, también llamada coxartrosis, es el desgaste progresivo del cartílago de la articulación de la cadera. Por desgaste o cargas incorrectas el cartílago protector se va deteriorando, de modo que hueso contra hueso puede rozar. Esto provoca dolor en la articulación de la cadera, rigidez y limitación del movimiento, que afectan cada vez más la vida diaria. Los pacientes suelen quejarse de dolor al caminar; especialmente los primeros pasos tras un periodo de reposo suelen ser dolorosos. Además, la artrosis de cadera puede provocar dolor nocturno. Por una carga desigual pueden aparecer dolores unilaterales en la cadera (dolor articular de cadera derecho o izquierdo).

Causas del dolor de cadera

Cuando la cadera duele, puede deberse a numerosas causas: desde lesiones agudas y enfermedades crónicas hasta sobrecargas o movimientos incorrectos. Las razones más frecuentes pueden agruparse en tres categorías principales: causas traumáticas, enfermedades degenerativas y procesos inflamatorios. Mientras que los dolores por lesión suelen originarse por fuerzas intensas como colisiones, cambios bruscos de dirección o movimientos tipo stop-and-go, en las enfermedades degenerativas e inflamatorias influyen sobre todo el estilo de vida y las condiciones del entorno. Antiguamente, nuestros antepasados se veían obligados a moverse mucho para obtener alimento: caza, recolección de bayas o labores agrícolas son algunos ejemplos. Estas actividades se realizaban a menudo descalzos sobre superficies naturales, lo que provocaba una carga adecuada y natural de la musculatura del pie y la pierna. Sin embargo, el estilo de vida ha cambiado drásticamente a lo largo de los milenios. En la civilización moderna muchas personas sufren falta de movimiento y un ritmo de vida predominantemente sedentario. Cuando nos movemos, a menudo es sobre superficies duras y planas como el hormigón o el asfalto y con calzado rígido y de soporte. Estos cambios en la forma de moverse provocan adaptaciones en el cuerpo. A continuación se explica cómo dichas adaptaciones pueden contribuir al desarrollo del dolor de cadera.

Falta de movimiento y estilo de vida sedentario

El estilo de vida moderno, frecuentemente caracterizado por la falta de movimiento y un día a día sedentario, conduce a una carga incorrecta del aparato locomotor. Esta falta de actividad y la vida sedentaria provocan cambios corporales que pueden favorecer la aparición de dolor en la cadera. Los siguientes cambios desempeñan un papel decisivo en la aparición de dolor en la cadera:

estilo-de-vida-sedentario

  • Músculos debilitados

    La falta de movimiento y un estilo de vida sedentario reducen la masa y la fuerza de músculos importantes. La musculatura del pie y de la pierna juega un papel central en la salud de la cadera. Especialmente los músculos alrededor de la cadera, como la musculatura glútea, el iliopsoas (flexores de la cadera), así como los abductores y aductores, contribuyen en gran medida a la estabilidad. Si estos músculos están debilitados, la cadera carece del soporte necesario, lo que puede provocar movimientos incontrolados y cargas incorrectas. Esto aumenta el riesgo de que la cadera duela a largo plazo. Además, una musculatura fuerte descarga la articulación de la cadera al absorber los impactos al caminar, correr o saltar. Una musculatura débil no puede realizar esta función eficazmente, lo que provoca un mayor contacto entre las superficies articulares. Esto favorece el desgaste del cartílago y puede desembocar en artrosis de cadera. Un desequilibrio muscular, por ejemplo entre el iliopsoas y la musculatura glútea, también puede alterar la posición de la pelvis y provocar malposicionamientos en y alrededor de la cadera. No sólo es importante la musculatura cercana a la articulación de la cadera, sino también la del pie, que constituye el primer punto de contacto. Una musculatura del pie funcional es esencial para la salud de la cadera: sostiene el arco longitudinal del pie, que actúa como amortiguador inicial al estar de pie y al caminar; además, permite un rodamiento natural del pie tras el contacto del talón y evita el colapso incontrolado del pie. Un colapso no controlado incrementa la carga de la cadera en cada paso en lugar de guiarla fisiológicamente. Esta mala y sobrecarga contribuye al exceso de esfuerzo de la cadera.

  • Malposiciones del pie

    Una musculatura debilitada puede favorecer malposiciones del pie, que a su vez afectan considerablemente la aparición de dolor en la cadera. Como los pies constituyen la base del aparato locomotor, cualquier malposición se transmite a lo largo del eje de la pierna hasta la rodilla, la cadera y la espalda. Por ejemplo, las malposiciones del pie suelen provocar cambios en la orientación del fémur y de la articulación de la cadera, lo que a la larga favorece el dolor y el desgaste articular (artrosis).
    Por una musculatura plantar debilitada, el arco longitudinal puede colapsar, provocando pies planos o con descenso del arco y perdiéndose la función amortiguadora natural. La fuerza que actúa al caminar y estar de pie ya no se amortigua de manera óptima, sino que se transmite directamente desde el pie y la rodilla hacia las caderas, aumentando la carga y favoreciendo el dolor articular de cadera.

  • Irrigación reducida

    Una irrigación deficiente puede favorecer la aparición de problemas en la cadera, ya que la articulación y las estructuras circundantes dependen de un suministro continuo de oxígeno y nutrientes. Si este suministro se ve comprometido, los procesos de curación se ralentizan, los tejidos se debilitan y pueden desarrollarse procesos inflamatorios. Además, una circulación deficiente dificulta la eliminación de los productos metabólicos del tejido, lo que favorece las reacciones inflamatorias y puede aumentar el dolor y la hinchazón en la cadera.

    La articulación de la cadera está rodeada de cartílago, tendones, ligamentos y músculos, estructuras que necesitan una buena irrigación para mantenerse sanas. Un aporte sanguíneo deficiente conduce a una peor calidad del tejido y aumenta el riesgo de daños en el cartílago, irritaciones tendinosas y enfermedades degenerativas como la artrosis de cadera.
    Tras lesiones o sobrecargas, una irrigación óptima es esencial para la curación, ya que facilita el transporte de oxígeno y la eliminación de células dañadas. Si la circulación está alterada, la regeneración se retrasa y pequeñas lesiones no terminan de curarse correctamente. Con el tiempo, esto puede dar lugar a dolores crónicos en la región de la cadera y molestias persistentes.

  • Disfunción fascial

    Las fascias son estructuras de tejido conectivo que envuelven y conectan músculos, tendones, ligamentos y órganos. Si se someten a cargas irregulares o no fisiológicas, pueden cambiar su estructura original. Entonces la red fascial pierde su elasticidad funcional y su rendimiento se ve afectado. Las fascias desempeñan un papel central en el movimiento, la estabilidad y la transmisión de fuerzas del cuerpo. Si su elasticidad disminuye, aumentan las tensiones alrededor de la articulación de la cadera. Debido a estas tensiones, la cabeza femoral y la cavidad acetabular se aproximan entre sí. Esta presión adicional desgasta el cartílago y provoca tensiones no naturales que favorecen lesiones e inflamaciones.

    Las fascias endurecidas o adheridas pueden afectar negativamente a los vasos sanguíneos, provocando una mala circulación y ralentizando la regeneración de músculos, tendones y cartílago. Además, las fascias endurecidas o pegadas pueden limitar la movilidad de la cadera y causar cargas incorrectas. Más información en la siguiente sección.

  • Rigidez articular

    La falta de movimiento y un estilo de vida sedentario hacen que las articulaciones no se usen en toda su amplitud, lo que provoca una rigidez natural. En especial, las articulaciones poco móviles del pie impiden un rodamiento natural y aumentan la carga sobre la articulación de la cadera, lo que puede derivar en dolor de cadera.
    También la articulación de la cadera se vuelve rígida por inactividad. El estar mucho tiempo sentado acorta, entre otras cosas, al flexor de la cadera, lo que hace que la pelvis se incline hacia delante. Este desplazamiento reduce la movilidad de la articulación de la cadera y provoca cargas incorrectas y sobrecargas de las estructuras circundantes. Las tensiones, acortamientos y bloqueos en el tejido conectivo y de soporte agravan aún más la restricción del movimiento. Esto somete a músculos, tendones y ligamentos a cargas incorrectas y excesivas, causando dolor persistente en la región de la cadera. La movilidad limitada también reduce el aporte de nutrientes al cartílago, aumentando el riesgo de artrosis y daño articular. Al endurecerse la articulación de la cadera, los músculos circundantes se usan menos y se atrofian. Dado que estos músculos estabilizan la articulación, su pérdida provoca inestabilidad y mayor riesgo de lesión. Para compensar las limitaciones, los afectados adoptan a menudo patrones de movimiento poco saludables, lo que sobrecarga otras articulaciones como la rodilla o la parte baja de la espalda y provoca molestias adicionales.

Suelos duros y planos y calzado rígido con soporte

Los suelos duros y planos y el calzado rígido con soporte tienen un impacto considerable en las articulaciones de la cadera y pueden causar o agravar las molestias. Los siguientes factores contribuyen de forma importante al desarrollo de dolor en la cadera.

Walking on hard floors

  • Amortiguación reducida y aumento de la carga

    Al caminar sobre suelos duros y planos y con calzado rígido y de soporte, las fuerzas que actúan al golpear el talón son mayores. Debido a la rigidez de los suelos industriales y de las suelas convencionales, las fuerzas no se pueden absorber correctamente, lo que aumenta la carga sobre el cuerpo. Esta mayor carga afecta primero a los pies y se transmite luego a través de las rodillas hasta las caderas. Cuanto peor absorban los pies las fuerzas, mayor será la carga en la articulación de la cadera, lo que incrementa el riesgo de artrosis, dolor por sobrecarga o inflamación en la cadera. Además, la mayor y más precoz aplicación de la fuerza reduce el tiempo de reacción disponible para la musculatura responsable. Si los músculos no se activan a tiempo, la articulación no queda suficientemente estabilizada, lo que también provoca cargas incorrectas y sobrecargas. La falta de activación muscular en los pies produce un colapso incontrolado del mediopié tras el contacto del talón. Se produce el llamado pie en valgo funcional (Klappfuss), que genera un impacto adicional en la articulación de la cadera y la sobrecarga. También la musculatura estabilizadora de la cadera —glúteos, flexores de la cadera (iliopsoas), abductores y aductores— responde más tarde ante la mayor carga. La ausencia de estabilización muscular aumenta la inestabilidad de la articulación de la cadera y eleva la carga sobre las caderas y las estructuras adyacentes.

Newton Law

  1. Carga máxima en el tiempo 1 al golpear el talón con calzado convencional
  2. Carga máxima en el tiempo 2 al golpear el talón con calzado kybun
  3. Fuerza en Newton
  4. Tiempo en segundos
  5. Caminar en suelo plano y duro con calzado kybun
  6. Caminar en suelo plano y duro con otros zapatos
  • Función reducida del pie y debilidad muscular

    Los suelos duros y planos y el calzado rígido e inmóvil impiden que los pies rueden completamente. Esto favorece la aparición del pie en valgo funcional, en el que el pie se pliega incontroladamente tras el contacto del talón. El calzado rígido y de soporte limita considerablemente la movilidad de las articulaciones del pie. Como consecuencia, se activan menos los músculos y tendones que estabilizan la pierna y la cadera. Esto puede provocar que las articulaciones de la cadera y las estructuras circundantes soporten una mayor carga, aumentándose el riesgo de lesiones, inflamaciones y desgaste en y alrededor de las caderas. Los estudios muestran que el calzado rígido y de soporte reduce la actividad muscular en las pantorrillas y los muslos. Una debilidad en estos grupos musculares incrementa el riesgo de cargas y sobrecargas incorrectas en las caderas.

  • Secuencia de movimiento no natural

    Los patrones de movimiento naturales están diseñados para reaccionar de manera dinámica sobre superficies cambiantes. Los suelos duros y planos y el calzado rígido dificultan mucho una secuencia de movimiento fisiológica. Por un lado, la falta de activación muscular al golpear el talón provoca que el pie se pliegue incontroladamente; el pie en valgo y sus consecuencias sobre la articulación de la cadera se describieron en la sección anterior. Por otro lado, la dureza e incompresibilidad de los suelos industriales y la rigidez de las suelas convencionales impiden un rodamiento natural del pie. Esta limitación reduce la distancia recorrida en cada paso. Para avanzar, el movimiento necesario debe realizarse desde la cadera, lo que produce una marcha orientada a la cadera. Así, en cada paso se carga mucho más la articulación de la cadera y las estructuras circundantes, lo que puede causar lesiones, inflamaciones y desgaste alrededor de la cadera.

    Además, el calzado inmóvil y de soporte reduce la retroalimentación sensorial del pie, lo que disminuye el intercambio de información y la capacidad de adaptación. La regulación del movimiento se ve afectada y esto conduce a cargas y sobrecargas incorrectas del tejido conectivo y de soporte. En la cadera puede traducirse en dolor y en dolor irradiado a la rodilla y la espalda.

Síntomas del dolor de cadera

Es importante señalar que las siguientes listas contienen los síntomas más frecuentes asociados al dolor de cadera. La lista no es exhaustiva y también pueden darse síntomas atípicos no mencionados aquí. Los síntomas dependen con frecuencia de factores como la sensibilidad al dolor, la causa de la lesión, el grado de la lesión, la condición física, etc. Para obtener un diagnóstico claro, debe consultarse a un/a médico/a.

  • Rigidez matutina: sensación de movilidad reducida al levantarse, a menudo indicativa de artrosis o inflamación.
  • Dolor en la ingle: con frecuencia señala problemas en la propia articulación de la cadera, p. ej. artrosis de cadera, impingement o irritaciones tendinosas.
  • Dolor en la cara externa de la cadera: puede ser causado por bursitis trocantérica o irritación de las inserciones tendinosas (p. ej. tracto iliotibial). También una contusión puede causar dolor externo en la cadera; en esos casos a veces se habla de dolor del «hueso de la cadera», que en realidad es la prominencia del extremo superior del fémur.
  • Dolor irradiado a la pierna o al glúteo: aparece a menudo en irritaciones nerviosas, problemas de disco intervertebral o ciática.
  • Dolor con la carga: suele indicar artrosis, sobrecarga o desequilibrios musculares.
  • Dolor en reposo o nocturno: el dolor de cadera al acostarse puede indicar procesos inflamatorios (p. ej. reuma) o artrosis avanzada.
  • Crujidos o rozamiento en la articulación de la cadera: puede ser causado por desgaste del cartílago o por inestabilidad articular.
  • Dolor al subir escaleras o al incorporarse: típico de debilidad de los músculos glúteos o flexores de la cadera y de enfermedades articulares.
  • Trastornos de la marcha o cojera: aparecen con frecuencia como consecuencia del dolor, debilidad muscular o cambios articulares.
  • Dolor unilateral tras estar sentado mucho tiempo: con frecuencia causado por acortamiento del flexor de la cadera o irritación del iliopsoas. También la ciática o problemas de disco pueden provocar dolor unilateral.
  • Movilidad de cadera restringida: puede indicar cambios estructurales en la articulación, p. ej. artrosis, impingement o displasia. También pueden aparecer tensiones o acortamientos musculares.
  • Dolor súbito y fuerte con limitación de movimiento: podría deberse a inflamación aguda, una distensión muscular, bloqueo articular o incluso necrosis de la cabeza femoral.
  • Sensibilidad a la presión en la cadera: puede indicar bursitis, irritación tendinosa o puntos gatillo en la musculatura.
  • Sensación de inestabilidad en la cadera: ocurre con frecuencia por debilidad muscular, especialmente si los músculos estabilizadores como los glúteos, abductores o músculos de la cadera no se activan lo suficiente.
  • Dolor ardiente u hormigueo en la región de la cadera: puede deberse a irritación nerviosa.
  • Dolor de cadera tras la actividad deportiva: por sobrecarga muscular pueden aparecer tendinitis o artrosis incipiente. También puede deberse a irritación de la cápsula articular.
  • Dolor de cadera con dolor lumbar: puede indicar disfunción de la articulación sacroilíaca, desequilibrios musculares o problemas de disco lumbar.
  • Dolor tirante en la parte anterior del muslo: suele indicar acortamiento de los flexores de la cadera, inflamación del iliopsoas o artrosis de cadera. También puede deberse a irritación del nervio femoral.
  • Sensación de bloqueo en la cadera: puede ser causada por cuerpos libres articulares, daños en el cartílago o impingement. A veces la causa es un desequilibrio muscular.
  • Dolor de cadera al caminar o estar de pie largo tiempo: típico de artrosis, sobrecarga muscular o malposicionamiento de la cadera. También puede deberse a una carga desigual por diferencia de longitud de las piernas o malposiciones del pie.

Terapia convencional - ¿Qué ayuda con el dolor de cadera?

Cuando la cadera duele, existen varios enfoques para abordar las molestias. A continuación se presentan algunas terapias para los problemas de cadera. La lista de tratamientos no es exhaustiva. También es posible combinar diversas medidas para tratar los problemas de cadera. Se recomienda consultar a un/a médico/a para determinar la terapia más adecuada.

  • Fisioterapia: con ejercicios y técnicas específicas se busca mejorar la movilidad, fortalecer la musculatura y descargar la articulación, reduciendo así el dolor de cadera con carga y en reposo.
  • Entrenamiento de fuerza y movilidad dirigido: el entrenamiento regular y específico puede aliviar el dolor en la zona de la cadera.
  • Terapia en agua (p. ej. aquagim, natación): el movimiento en el agua descarga las articulaciones, mejora la circulación y fortalece la musculatura sin someterla a cargas intensas.
  • Entrenamiento descalzo y reeducación de la marcha: caminar descalzo fortalece la musculatura del pie y los mecanismos naturales de movimiento. Optimizar la marcha reduce las cargas incorrectas y por sobrecarga.
  • Técnicas de relajación y manejo del estrés: métodos como yoga, meditación o técnicas respiratorias pueden reducir las tensiones musculares y afectar positivamente el dolor en la cadera.
  • Pérdida de peso: reduce la carga sobre las articulaciones de la cadera y la musculatura circundante.
  • Entrenamiento/terapia fascial: liberar fascias adheridas para mejorar la movilidad y reducir el dolor.
  • Electroterapia (p. ej. TENS, EMS): aplicación de impulsos eléctricos para reducir el dolor, relajar músculos o fortalecer músculos debilitados.
  • Masajes: para liberar tensiones y bloqueos alrededor de las caderas.
  • Quiropráctica u osteopatía: ajustes manuales y tratamientos holísticos para restaurar la movilidad articular y el equilibrio muscular.
  • Terapia de ondas de choque: aplicación de ondas sonoras de alta energía para mejorar la circulación, la regeneración y reducir el dolor, especialmente en irritaciones tendinosas.
  • Acupuntura: método tradicional chino que mediante punciones puede aliviar el dolor en la articulación de la cadera y liberar tensiones musculares.
  • Corrección postural y ergonomía: ajuste de posturas al sentarse y al estar de pie, y de la ergonomía en el puesto de trabajo para evitar cargas incorrectas.
  • Aplicaciones de frío y calor: frío (p. ej. bolsas de hielo) para reducir inflamación e hinchazón; calor para relajar la musculatura.
  • Terapia con campos magnéticos o electroterapia: para mejorar la circulación y reducir el dolor.
  • Ajuste de la dieta y suplementos: alimentación antiinflamatoria (p. ej. ácidos grasos omega-3) y suplementos para el mantenimiento del cartílago (p. ej. glucosamina, condroitina).
  • Dispositivos ortopédicos: vendajes o férulas para soporte y estabilización de la articulación de la cadera. Plantillas para corregir malposiciones y descargar áreas articulares específicas.
  • Tratamiento farmacológico: analgésicos y antiinflamatorios.
  • Inyecciones intraarticulares: ácido hialurónico para mejorar la lubricación articular y aliviar el dolor. Cortisona para reducir la inflamación en brotes agudos y aliviar el dolor.
  • Terapia con plasma rico en plaquetas (PRP): este método utiliza las propiedades regenerativas de la propia sangre para reducir la inflamación, aliviar el dolor o favorecer la regeneración del cartílago.
  • Intervenciones quirúrgicas: en enfermedades graves de la cadera (p. ej. artrosis avanzada, necrosis de la cabeza femoral) pueden ser necesarias intervenciones mínimamente invasivas o la implantación de una prótesis de cadera.

Con frecuencia, muchas de estas medidas no logran reducir el dolor de cadera a largo plazo porque no se solucionan las causas que lo originan. El objetivo de todo tratamiento de problemas de cadera debería ser, por tanto, eliminar las causas. Como se describió más arriba, deben abordarse la falta de movimiento, el estilo de vida sedentario, los suelos duros y planos y el calzado rígido con soporte. El modo de acción de kybun muestra que puede ser una terapia adecuada para el dolor de cadera, ya que puede eliminar las causas mencionadas.

Modo de acción de kybun - ¿Qué ayuda con el dolor de cadera?

Los productos kybun pretenden eliminar las consecuencias perjudiciales para la salud de los suelos duros y planos y del calzado rígido con soporte, así como abordar activamente la falta de movimiento y el estilo de vida sedentario. Gracias a la propiedad elástico-resorte de los productos kybun, el aparato locomotor se descarga y, al mismo tiempo, se activa. La descarga provoca en un primer paso la reducción del dolor en la zona de la cadera. Mediante la activación se deben tratar las causas de los problemas de cadera para que las molestias desaparezcan a largo plazo. Por ello, los zapatos kybun son adecuados para el dolor de cadera, ya que ayudan en el tratamiento mediante los siguientes efectos:

  • Rodamiento natural del pie y aumento de la amplitud de movimiento gracias al material elástico-resorte

    Gracias a la capacidad de compresión de la suela kybun, el talón se hunde lentamente en el material elástico-resorte al apoyarlo. Esto permite que la musculatura del pie se prepare para la carga que viene. La musculatura activada evita un colapso incontrolado y con carga del pie y favorece un rodamiento natural hasta el despegue con los dedos. Al utilizar completamente la amplitud de movimiento del pie se recorre ya una distancia considerable sin que ese movimiento tenga que producirse en la articulación de la cadera. En lugar de una marcha orientada a la cadera, surge una marcha orientada al pie, que descarga la articulación de la cadera y las estructuras circundantes y reduce el riesgo de dolor articular de cadera.
    Además, el rodamiento natural del pie minimiza el choque sobre la articulación de la cadera, ya que las fuerzas aplicadas se redirigen de manera eficiente hacia el movimiento hacia delante. El rodamiento activo sobre el material elástico-resorte de kybun utiliza toda la amplitud de movimiento del pie y al mismo tiempo promueve más movimiento en las articulaciones de la rodilla y la cadera. De este modo, la articulación de la cadera no se carga de forma localizada, sino que se utiliza en todo su rango posible de movimiento, lo que previene procesos inflamatorios y degenerativos y reduce las cargas puntuales. Al mismo tiempo, la mayor amplitud de movimiento activa y fortalece la musculatura y mejora la circulación.

Caminar sin rodamiento del pie

Caminar con rodamiento del pie

  • Activación muscular y estabilización de la articulación de la cadera

    Al caminar con zapatos kybun, los talones se hunden profundamente en las suelas compresibles. De este modo la carga se construye de manera lenta y controlada, lo que da al cuerpo más tiempo para contraer la musculatura relevante. La musculatura de las piernas contraída estabiliza la articulación de la cadera y descarga tanto la articulación como las estructuras circundantes. En contraste, al caminar sobre suelos duros y planos y con calzado rígido de soporte la carga golpea el cuerpo sin amortiguación. La mayor fuerza aplicada y el tiempo de reacción reducido impiden que la musculatura se contraiga a tiempo. Esto conduce a una estabilización insuficiente de la articulación de la cadera y, por tanto, a una carga incorrecta y excesiva de las caderas y las estructuras adyacentes.

  1. Zapatos convencionales (izquierda): reacción tardía e incontrolada de la musculatura impide la estabilización de la cadera.
  2. Zapatos kybun (derecha): musculatura contraída conduce a la estabilización de la cadera.
  • Reducción de la fuerza del impacto del suelo duro mediante efecto amortiguador

    Al apoyar el talón con los zapatos kybun, el material elástico-resorte de la suela se comprime y permite que el retropié se hunda. Esta amortiguación controlada reduce la fuerza del impacto y alivia la carga sobre la articulación de la cadera y las estructuras cercanas. Similar a un airbag en un coche, la suela kybun absorbe las fuerzas de impacto y permite un movimiento respetuoso con las articulaciones. Esto puede reducir significativamente el dolor articular de cadera con carga desde los primeros pasos.

Newton Law

  1. Fuerza de impacto 1 al apoyar el talón con calzado convencional
  2. Fuerza de impacto 2 al apoyar el talón con calzado kybun
  3. Fuerza en Newton
  4. Tiempo en segundos
  5. Caminar en suelo plano y duro con calzado kybun
  6. Caminar en suelo plano y duro con otros zapatos
  • Activación y fortalecimiento muscular mediante la propiedad elástico-resorte

    Al caminar y estar de pie sobre la superficie elástico-resorte de kybun, el cuerpo realiza constantemente pequeños movimientos de compensación para mantener el equilibrio. La inestabilidad controlada de los productos kybun desafía el sistema del equilibrio y activa específicamente la musculatura profunda estabilizadora, responsable de la postura y la estabilidad. De este modo, la articulación de la cadera y las estructuras adyacentes quedan mejor estabilizadas y protegidas por la musculatura circundante. Al mismo tiempo, mejoran las capacidades coordinativas, ya que se favorece la cooperación entre el sistema nervioso y la musculatura. Esto lleva a una mejor percepción corporal y a movimientos más precisos, protegiendo la cadera y el tejido conectivo de soporte de cargas y sobrecargas incorrectas.

Equilibrio y EMG

La capacidad de equilibrio se midió con una plataforma de fuerza mediante el movimiento del centro de gravedad corporal de adelante atrás (ant-post) y lateralmente (med-lat) durante la bipedestación. Paralelamente, una electromiografía (EMG) registró la actividad muscular.

Con calzado convencional

  1. Actividad muscular reducida
  2. Amplitud de movimiento del centro de gravedad reducida

Con zapatos kybun

  1. Actividad muscular aumentada
  2. Aumento de la amplitud del movimiento del centro de gravedad
  • Mejora de la circulación por mayor actividad motora

    La articulación de la cadera y el tejido conectivo y de soporte necesitan numerosos nutrientes para nutrirse, mantenerse y regenerarse. Estos nutrientes se transportan mediante la sangre y el líquido sinovial a los tejidos correspondientes. Puesto que, en especial, el cartílago recibe una irrigación limitada, un aumento de la circulación sanguínea puede favorecer la regeneración y apoyar el proceso de curación. Además, una mejor circulación ayuda a eliminar más rápidamente los residuos metabólicos y las sustancias proinflamatorias. Esto reduce la hinchazón y puede aliviar el dolor en la cadera, especialmente en afecciones crónicas como la artrosis. Los procesos inflamatorios que dañan la articulación a largo plazo pueden ralentizarse. También se estimula la producción del líquido sinovial, mejorando la movilidad y protegiendo el cartílago del desgaste. Además, los músculos alrededor de la cadera se benefician: los músculos bien irrigados son más eficientes, están más relajados y son menos propensos a sufrir tensiones que puedan cargar la cadera. Esto favorece una guía natural del movimiento y puede reducir el dolor por cargas incorrectas. Los materiales elástico-resorte de kybun promueven el movimiento y activan así la musculatura en torno a la articulación de la cadera. De este modo aumenta la circulación, lo que potencia las ventajas mencionadas anteriormente.

  • Fomento del movimiento y reducción del tiempo sedentario

    Los productos elástico-resorte de kybun incrementan el placer por el movimiento, ya que su material único descarga las articulaciones de la cadera y las estructuras circundantes. Al mismo tiempo, la activación y el fortalecimiento muscular que genera el movimiento y la mejora de la circulación producen los efectos positivos ya descritos. Además, el uso de los productos kybun puede reducir el tiempo sentado, evitando acortamientos y bloqueos nocivos de las estructuras miofasciales. Caminar y estar de pie con más frecuencia estira, en particular, los flexores de la cadera a menudo acortados y la cadena posterior formada por pantorrillas y músculos del muslo. Esto mejora la movilidad y favorece una guía natural y saludable del movimiento de la cadera y sus estructuras adyacentes.

  • Cuidado y protección de las fascias

    Las fascias estabilizan la articulación de la cadera y aseguran una distribución uniforme de la carga en cada paso, protegiendo frente a inflamaciones, lesiones y desgaste. Las fascias sanas son elásticas y libres de adherencias y tensiones. Esta elasticidad mejora la movilidad de la cadera y favorece la circulación, esencial para la nutrición y regeneración de la cadera y estructuras adyacentes. Con los zapatos kybun se facilita una secuencia de movimiento natural que ayuda a mantener la elasticidad fascial.

  • Distribución de la presión optimizada

    Al caminar y estar de pie con los zapatos kybun, toda la planta del pie queda rodeada por el material elástico-resorte, lo que conduce a una distribución uniforme de la presión. De este modo se reduce la presión puntual sobre las articulaciones de la cadera. Además, el movimiento ligero y constante en los productos kybun aumenta la superficie de carga, lo que también disminuye los puntos de presión localizados.

con kybun

sin kybun

Consejos de uso para dolor de cadera

Antes de usar los zapatos kybun por primera vez, debe tenerse en cuenta algunos consejos de uso. La aplicación correcta puede ayudar a aliviar los dolores de cadera. Además, trate el dolor de cadera con una terapia dirigida, que se describe en la siguiente sección.

  • Use los zapatos kybun al principio sólo durante el tiempo que su cuerpo tolere. Introduzca pausas de uso si las molestias en la cadera aumentan o si aparece fatiga del aparato locomotor. El tratamiento del dolor articular de cadera requiere tiempo. Debido a la propiedad activadora de los productos kybun, la musculatura se entrena, lo que puede provocar reacciones iniciales, especialmente al principio.
  • Cuando la cadera duele, por lo general conviene caminar con mayor frecuencia que permanecer de pie. Al estar de pie, la presión constante puede aumentar la carga sobre las articulaciones de la cadera y provocar más tensiones y bloqueos. El movimiento favorece la circulación, libera músculos y fascias tensas y distribuye la carga por toda la articulación de la cadera. En procesos inflamatorios alrededor de la articulación de la cadera, la cantidad de movimiento debe adaptarse a las condiciones individuales.
  • Presione el talón sobre el material elástico-resorte. Trate de encontrar un punto de apoyo en el que el dolor en la articulación de la cadera y en las estructuras circundantes se reduzca o no aparezca.
  • Intente rodar activamente sobre el antepié y los dedos. Al aumentar la amplitud de movimiento en los pies se genera ya una mayor distancia recorrida mediante el rodamiento del pie, lo que descarga las caderas. El objetivo es una marcha orientada al pie en lugar de una marcha orientada a la cadera.
  • Tras un tiempo, intente variar las velocidades al caminar. Alterne caminar y trotar y mantenga cada velocidad aproximadamente 15 segundos. Cambiar la velocidad ayuda a liberar las tensiones en y alrededor de la articulación de la cadera. Descubra a qué velocidad siente menos o ningún dolor en la zona de la cadera.
  • Intente reforzar el efecto de los zapatos kybun con los siguientes ejercicios para aumentar la probabilidad de recuperación.
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Para quienes son nuevos en kybun

Al usar zapatos kybun, la marcha pasa de ser suave a natural. En el 90% de los casos esto ocurre sin problemas.
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¿Qué hacer ante el dolor de cadera? Ejercicios útiles

Para potenciar la eficacia de los zapatos kybun y aumentar la probabilidad de recuperación de las molestias de cadera, recomendamos realizar los siguientes ejercicios indicados para el dolor de la articulación de la cadera. La selección de ejercicios no es exhaustiva y puede complementarse con más ejercicios. En general, en todos los ejercicios no deben aumentar las molestias en y alrededor de la cadera. Si algún ejercicio aumenta el dolor, debe interrumpirse. Se permiten sensaciones agradables y liberadoras fuera del punto doloroso.

Los ejercicios se dividen en las siguientes áreas: «Caminar correctamente con los zapatos kybun», «Entrenamiento de la longitud muscular», «Rodillo para fascia» y «Fortalecimiento». Idealmente, estas áreas se utilizan de forma complementaria como terapia para problemas de cadera.

Caminar correctamente con los zapatos kybun

La calidad de cada paso es decisiva en el tratamiento de la coxartrosis para reducir las molestias y eliminar las cargas incorrectas y por sobrecarga. Los zapatos kybun son, por tanto, una terapia ideal para la artrosis de cadera y pueden usarse tanto en los síntomas iniciales como en la artrosis de cadera avanzada. La calidad de cada paso es decisiva en el tratamiento del dolor de cadera para reducir las molestias y eliminar las cargas y sobrecargas. Los zapatos kybun constituyen una terapia adecuada para el dolor de cadera.

Contacto de talón controlado
Contacto de talón controlado
  • Presione el talón con cuidado en el material elástico-resorte para encontrar el punto de presión y de apoyo en el que el aterrizaje sea posible sin dolor.
  • Apoye la parte media y anterior del pie lenta y controladamente.
  • Mantenga una posición controlada del pie para evitar que el pie se vuelque hacia dentro o hacia fuera.
  • Rueda lentamente y de forma controlada sobre la bola del pie.
  • Los ejercicios lentos ayudan a reconstruir la musculatura estabilizadora.
  • Realice estos movimientos conscientemente cada día al usar los productos kybun.
Alta frecuencia de paso
Alta frecuencia de paso
  • La secuencia de movimiento es idéntica al ejercicio 1.
  • Ahora incorpore pasos cortos con alta frecuencia, que movilicen la articulación de la cadera. Aproveche siempre la amplitud completa de movimiento del pie.
  • Si siente dolor en la cadera, aumente la longitud del paso y reduzca la frecuencia.
  • ¡Importante! Mantenga una postura erguida al estar de pie y al caminar.
  • Realice estos ejercicios conscientemente cada día al usar los productos kybun.

Entrenamiento de la longitud muscular

El entrenamiento de la longitud muscular es fundamental en el tratamiento de los problemas de cadera, ya que muchas molestias se originan por acortamientos, tensiones y bloqueos de las estructuras miofasciales. Con estiramientos dirigidos se pueden abordar activamente estos acortamientos, tensiones y bloqueos, lo que constituye una terapia ideal para el dolor de la articulación de la cadera.

Apertor de cadera
Apertor de cadera
  • Posición inicial en cuadrupedia.
  • Coloque el pie izquierdo hacia adelante junto a las manos.
  • Estire la pierna derecha hacia atrás y apoye el pie plano. Asegúrese de que la cadera y la columna estén alineadas.
  • Para intensificar el estiramiento, empuje la cadera hacia adelante y hacia abajo, según la movilidad individual.
  • Realizar 1–2 veces al día.
  • Mantener la postura 3 x 30 segundos.
Glúteo
Glúteo
  • Posición inicial en decúbito supino.
  • Extienda ambos brazos a 90° hacia los lados y coloque la pierna izquierda flexionada sobre la derecha.
  • Con la mano derecha empuje la rodilla flexionada hacia abajo.
  • Asegúrese de que ambos omóplatos permanezcan en el suelo.
  • Realizar 1–2 veces al día.
  • Mantener la postura 3 x 30 segundos.

Rodillo para fascia

El entrenamiento fascial con el rodillo es importante en el tratamiento del dolor de cadera, ya que a menudo las molestias se deben a acortamientos, tensiones y bloqueos de las cadenas miofasciales. Rodar regularmente las cadenas miofasciales acortadas y tensas convierte al rodillo en una terapia activa adecuada para los problemas de cadera.

Músculos glúteos
Músculos glúteos
  • Con las dos piernas flexionadas, ruede la mitad correspondiente del glúteo con la pelota fascial. Aumente la presión apoyando la pierna de un solo lado. Si aparece dolor en la muñeca, el ejercicio puede realizarse apoyando los antebrazos.
  • Realice el ejercicio lenta y controladamente.
  • Ajuste la presión según la tolerancia personal, pero hasta el umbral del dolor tolerable.
  • Enrolle más intensamente los puntos de adherencia o mantenga la posición en ese punto.
  • 3 minutos por lado.
  • Realizar 1–2 veces al día.
Músculo lateral del muslo
Músculo lateral del muslo
  • Posición inicial en decúbito lateral.
  • Coloque un rodillo grande entre la parte externa del muslo y el suelo.
  • Coloque la pierna superior en ángulo recto para estabilizar y guiar el movimiento.
  • Ruede activamente la cara lateral del muslo desde la cadera hasta por encima de la rodilla.
  • Realice los ejercicios lenta y controladamente.
  • Ajuste la presión según la tolerancia personal, pero hasta el umbral del dolor tolerable.
  • Enrolle más intensamente las adherencias puntuales o mantenga la posición en ese punto.
  • Al enderezar la pierna superior, el ejercicio se puede intensificar.
  • 3 minutos por lado.
  • Realizar 1–2 veces al día.

Fortalecimiento

Un entrenamiento de fuerza específico ayuda a fortalecer la musculatura de las piernas y la pelvis y así descargar las articulaciones de la cadera y sus estructuras circundantes. Una musculatura fortalecida absorbe mejor las fuerzas que actúan sobre las articulaciones de la cadera en cada movimiento. Además, la musculatura estabiliza las articulaciones de la cadera y las protege de cargas incorrectas y excesivas. Los ejercicios de fortalecimiento constituyen una terapia eficaz para los problemas de cadera y contribuyen a aliviar el dolor a largo plazo.

Elevación de cadera
Elevación de cadera
  • Posición inicial: decúbito supino con piernas flexionadas (a la anchura de la cadera). Los brazos extendidos hacia los pies a la anchura de los hombros.
  • Eleve activamente la cadera del suelo hacia el techo (la cadera debe estar completamente extendida en el punto más alto).
  • Mantener la posición en el punto más alto durante 4 segundos.
  • Asegúrese de que la fuerza provenga de los glúteos (no de los talones ni de la parte posterior del muslo).
  • Baje la cadera lentamente sin que los glúteos toquen el suelo.
  • 3 series de 8–12 repeticiones.
  • Realizar 2–3 veces por semana.
Sentadillas
Sentadillas
  • Posición inicial: de pie, pies ligeramente más anchos que la cadera y ligeramente rotados hacia fuera.
  • Baje lenta y controladamente hasta una sentadilla profunda. Empuje los glúteos hacia atrás y traslade el peso a los talones.
  • Asegúrese de que la fuerza provenga de los glúteos. Mantenga las rodillas estables para que no se colapsen hacia dentro o hacia fuera.
  • Vuelva a incorporarse lenta y controladamente. Si tiene problemas de equilibrio, puede sujetarse con las manos a un objeto estable.
  • 3 series de 8–12 repeticiones.
  • Realizar 2–3 veces por semana.
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Ejercicios especiales

Para información sobre los ejercicios especiales con el zapato kybun y los ejercicios básicos sobre la alfombra kybun.
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